Los programas del corazón a menudo se oye el mantra "te voy a demandar" cuando un invitado se siente atacado u ofendido. En pocos casos se llega a juicio pero el TS acaba de sentenciar en contra de Telecinco, concretamente de sus programas Sálvame i Deluxe por haber ofendido a la escritora Lucía Etxebarría. Los hechos se remontan a verano de 2013 cuando participó en el reality Campamento de verano. Pidió salir del concurso por ansiedad y en los programas de la cadena la despellejaron. Una examiga la insultó con estas frases textuales que aparecen a la sentencia:  «falsa», «ingrata», «rácana», «personaja», «rata, rata, rata, con R de Ramón», sucia o poco higiénica por tener la casa desordenada, «y llena de mierda», con «bragas desperdigadas por el suelo», un salón «que parece Bosnia, ropa limpia, ropa sucia, un no sé qué, un hámster…», una cocina que «era Chechenia».

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Dejando de lado la presunta falta de higiene de la escritora, la particularidad de que la sentencia sea pública es que Tele5 ha tenido que explicar el sueldo que cobra un concursante famoso de sus realities: 8.000 euros semanales más 700 por gala ordinaria después de ser expulsada, más 1.000 euros por gala especial. Como el concurso tenía previsto durar 8 semanas podía embolsarse 50 mil € por dos meses de trabajo. Eso sí, Tele5 te hace firmar que aceptas "cooperar con la productora La Fábrica de la Tele y aceptar la limitación de los derechos a la intimidad". Venderse el alma al diablo y que digan de ti en TV, según la sentencia: «Lucía no tiene amigos, no la quiere nadie»,(«Lo que es cantoso es tener el jacuzzi lleno de mierda», cono «organismos unicelulares». La escritora vive allí con su hija Allegra.

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Al final la indemnización es la misma cantidad que se habría embolsado la escritora si hubiera acabado las 8 semanas de concurso. El TS se las ha visto de todos colores cuando le pasaron vídeos de Sálvame para valorar los daños morales. Etxebarría sigue a la suya. Hoy ha dicho en Antena 3: "A mí me violó un hombre a punta de navaja. Lo denuncié. Lo localizaron. Nunca le juzgaron porque era su palabra contra la mía". Siempre en el centro del huracán.