Las tardes de Sálvame siguen triunfando en la parrilla televisiva catalana. El lunes empezó una nueva semana del programa del corazón, consiguiendo un espléndido 16,1% de share que deja en ridículo las otras cadenas. El formato sigue siendo todo un éxito, hablen de lo que hablen sea invierno o verano.
Ahora bien, por mucha audiencia que hagan, eso no impide que los pongan verdes. De hecho, reciben muchas más críticas que alabanzas... La última polémica ha llegado en el último programa, en el que los colaboradores enloquecieron completamente. Estaban criticando a la familia Rivera Ordóñez cuando empezaron a pisarse entre ellos, sin escucharse ni dejar hablar.
Los gritos empezaron a subir de intensidad, con lo que llegó un momento que desde casa no se entendía nada de lo que decían. Hasta aquí, ninguna novedad: ya que es una tónica habitual. Pero lo que es noticia es la reacción que tuvo el director del programa. David Valldeperas pidió a Paz Padilla que los callara a todos, parando el gallinero. Fue entonces cuando intervino muy enfadado, metiendo bronca a sus colaboradores: "¿Podemos ser capaces de hablar uno a uno sin pisarnos? Porque estamos dando un espectáculo lamentable a la gente que nos está viendo".
Mila Ximénez y Padilla le daban la razón, mientras que los otros bajaban la cabeza. Valldeperas seguía, por eso: "Es que no os veis. No os veis. Hablad y comunicaos como personas receptor-emisor. Escuchad lo que dice la persona de delante y contestad. No habléis por encima, no se entiende nada. Y de lo que se trata es que la gente que nos está viendo se entretenga y se entere las cosas interesantes que estáis diciendo".
Pero eso no fue todo. Más adelante se vivió un momento muy tenso cuando María Patiño abandonó el plató enfadada. ¿Por qué? El programa hace unos días que da vueltas al mismo tema: la relación de Sofía Suescun y Alejandro Albalá. El lunes invitaron a la expareja de ella, pero la historia tenía muy poca credibilidad.
"No puedo más. Me marcho. No soporto otra mentira así, nos están tomando el pelo. Es todo un grupito de amigos. Aquí hay intención de marearnos", estalló. Y es que realmente parece que se están riendo de ellos para llenarse los bolsillos... Padilla pidió que todo el mundo que no confiara en la historia abandonara el plató, yéndose todo el mundo excepto Rafa Mora.
Todo un espectáculo que dejó el programa, una vez más, en evidencia.