'Sálvame' es un muerto televisivo que está muy vivo. La clave es, nunca mejor dicho, su corazón. Late fuerte, incluso demasiado rápido, y ni el cansancio de 14 años a todo trapo acaba con él. Ha tenido que ser Mediaset el encargado de poner fin a su existencia en la parrilla y hacerlo con sus propias manos, clavándole un par de estacas a Jorge Javier Vázquez y compañía. Ya los tenían con un pie y medio en el ataúd, los rumores nunca inocentes sobre los cambios en Telecinco llevaban meses de raca-raca. Pero la nueva cúpula directiva se estrena de forma torpe. Es la primera pifia de la nueva Mediaset de Borja Prado, de Isabel Díaz Ayuso, de Ana Rosa Quintana, de Silvio Berlusconi y, lo más importante: de la presidenta del Consejo de Ministros italiana, la ultra Giorgia Meloni. Estos dos últimos son los capos. Y han fallado con el encargo.
La cancelación no ha sido nunca una simple medida empresarial. No era quitar un producto por agotamiento, había vendetta y estrategia política. 'Sálvame' representa todo lo que no quiere ni Meloni, ni Ayuso, ni Quintana. Echar a Pedro Sánchez y colocar Feijóo con la muleta de VOX es la meta primera. Después echar al gallego y ungir a la presidenta madrileña como la primera presidenta del Gobierno de la historia. Una fantasía húmeda en la que acabar con un programa de cotilleo es urgente, tanto como poner otro: el de Ana Rosa. Más blanco, más familiar... pero sobre todo mucho más venenoso y manipulador. La jugada es tan descarada que incluso el muerto se ha pasado la semana partiéndose la caja desde el tanatorio, como con el 'Sálvame Algodón de Azúcar' dedicado a Quintana.
La Fábrica de la Tele contra Mediaset, el funeral se hará largo
Los verdugos han cometido grandes errores: el primero, han pecado de precipitación. Se han abalanzado sobre la víctima demasiado temprano, todavía queda mucho tiempo hasta el 23 de junio. Más de un mes de martillo mecánico televisivo, mofándose, reivindicándose y viviendo una segunda juventud energética en muchos casos. Se nota que hacen el programa con más ganas que nunca, también con más mala leche. Si incluso la "cúpula", el nombre en clave que han repetido 10 millones de veces pero que nunca daban la cara, ahora sale a pecho descubierto en grandes diarios con columnas de opinión demoledoras. Aquí descubrimos un nuevo error del sicario: una cosa es matar, otra tirarle toda la porqueria encima. "Telebasura", se dice ahora en Mediaset para referirse a 'Sálvame'. ¿De verdad? ¿Son los únicos? Vaya. Òscar Cornejo, copropietario de la empresa, se ha despachado a gusto. Y al empezar la semana han soltado la bomba.
'Sálvame' resucita, la productora anuncia que la historia no acaba aquí
La bomba es que el muerto no solo no muere, es que resucita. Habrá vida después de la verbena de San Juán. El milagro se ha manifestado a través de un corto, relajante y más que evidente vídeo cerca del mar, escribiendo con un palo en la arena. "Sálvame", se lee mientras el agua se acerca suavemente y amenaza con hacer desaparecer la palabra. A continuación se dibujan tres puntos. La representación gráfica del futuro, aquí y en la China Popular. Lo mejor de todo, el gesto definitivo: el mar nunca acaba de borrarlo. Es inmortal. Y volverá a la vida en otro lugar del universo... mediático. Dónde, cómo, con quién y el resto de preguntas es ahora lo que tenemos que saber.
Lo entierro de un mes y medio ahora pasará a una mudanza... mientras Berlusconi paga la fiesta. Si has de hacer un trabajito, hazlo bien, Silvio.