El programa de Samanta Villar sorprende semana sí, semana también. Su última apuesta ha sido escoger un tema que sigue siendo un tabú: la muerte. Y lo ha tratado desde muchas perspectivas, entrevistando a gente que ha estado cerca de morir, pero también haciendo un reportaje sobre cuánto cuesta organizar un funeral. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que preparar el suyo propio en directo?

Todo ha empezado con una confesión de la periodista, asegurando que un miembro de su familia se está debatiendo entre la vida y la muerte: "No está siendo nada fácil". Ante eso, se habría dado cuenta de la importancia de vivir la vida "a tope":

El momentazo llegó con la investigación sobre el negocio de la muerte. Samanta llegaba a Castelldefels, en un entorno idílico con la playa y una piscina de fondo. Todo estaba preparado, con fotografías de ella, música en directo, globos y todo un banquete. La situación, surrealista pero al mismo tiempo muy emotiva para ella. Visiblemente emocionada, alternó la estupefacción al ver que montan un negocio en torno a los funerales para ganar dinero y los sentimientos de estar asistiendo al suyo propio.

Cuatro

María Belón, superviviente del tsunami que arrasó Tailandia en 2004, y el escritor de libros de autosuperación, Josef Ajram, se sentaban en la mesa con ella para hablar de cómo se sienten: "Cada vez necesito vivir más poco a poco", explicaba ella a raíz de la durísima experiencia que vivió.

La conversación con Ángel Sastre, secuestrado durante 300 días en Siria, ha emocionado mucho, pero el testimonio de la deportista paralímpica Marieke Vervoort ha sido de los más impactantes. Ha afirmado haber querido suicidarse al no soportar el dolor que le provocaba la tetraplejía que sufre. Eutanasia sí, ¿o no? Samanta lo tiene claro, y no ha dudado en posicionarse a favor:

Las confesiones de Sofía Cristo

La vedette Bárbara Rey y su hija fueron las invitadas estrella del programa, aprovechando su estancia para soltar algunas confesiones. La adicción en las drogas de Sofía Cristo ha ocupado muchos titulares, explicando en televisión en más de una ocasión que estuvo a punto de morir.

Su padre tuvo un papel destacado en el descubrimiento de la joven: "Tenía las drogas más cerca por su padre. Con 15 y 16 años ya le ofrecía droga cuando se enteró de que consumía. Yo no lo sabía", ha confesado Bárbara. Pero la hija ha defendido al padre: "Mi adicción no es culpa de mi padre, yo empecé a consumir con mis amigas".

Un programa muy completo sobre un tema del que cuesta que se hable que consiguió un 6,1% de audiencia. ¿Qué nos deparará el siguiente programa de Samanta?