A sus 41 años y tras una larga trayectoria periodística, Samanta Villar, ha sido madre de mellizos mediante una ovodonación, y ha compartido su experiencia en el libro Madre hay más que una, para romper los tópicos y tabúes que existen alrededor de la maternidad y de la picaresca de las donaciones.

Tras su éxito como reportera en 21 días de Cuatro, que condujo desde enero de 2009 a mayo de 2010, la periodista catalana pasó a presentar 3 sesenta en la misma cadena, programa que la consolidaría cuando pasó a llamarse Conexión Samanta. En la cuarta temporada se convirtió también en directora del formato, asociado inevitablemente a su persona. Derivado de este contenido, estrenó 9 meses con Samanta, en el que precisamente relataba cómo había sido el embarazo de sus mellizos, Violeta y Damià.

"Hay un relato único de la maternidad como un estado idílico, que no coincide con la realidad y estigmatiza a las mujeres", ha comentado Samanta Villar a Efe.

"Yo no soy más feliz ahora de lo que era antes", afirma, y "tener hijos es perder calidad de vida", aunque "hay momentos que dices: son preciosos. Una cosa no quita la otra".

Por ese motivo decidió contar la maternidad "de verdad", sin ocultar "la dureza, las dificultades extremas, los inconvenientes insoportables y el sacrificio estratosférico", porque como "nadie te cuenta lo que es en realidad la maternidad, tomas una decisión engañada".

"Abandonemos ya esta idea de que la maternidad es el último escalón en la pirámide de felicidad de una mujer", proclama la autora del libro, editado por Planeta.

"La ley de donantes es un desastre"

Desde 2006 tenía que existir en España un centro de donantes, explica la periodista, "de manera que la donación fuese anónima", aunque tenía que recoger quién era donante y cuantas veces, para evitar la consanguinidad.

El centro nunca se creó, y, aunque establece que el mismo donante, de semen o de óvulos, no puede engendrar más de 6 hijos, incluidos los propios, "no hay ningún tipo de control", denuncia la reportera.

Por eso, "un estudiante que quiera sacar dinero, va a una clínica 6 veces, a otra 6 veces más y así consecutivamente. Y si hay en España 800 hijos del mismo donante, no pasa nada", reprocha Samanta Villar. "La ley es un desastre", apostilla.

Hablando públicamente sobre la donación de óvulos, la periodista confiesa que sintió "salir del armario" porque es un tema que "se está silenciando".

Ahora, tras un año dedicada al cuidado de los hijos, Villar opina que "lo mejor es ser tía" porque "es lo más cercano a la madre", pero se ahorra "el dolor físico del agotamiento y el hundimiento moral de decir: ¡no puedo más!".

Añade, ironizando, que "ahora ya es demasiado tarde, ahora soy madre y hay que apechugar", y que está lista para volver a la televisión, al "trabajo light".