'Masterchef' descansa en el congelador de RTVE hasta nueva orden. Un alivio para los espectadores de la tele pública, que ya empezaban a sufrir trastornos cognitivos importantes. Entre anónimos, celebrities, niños, jubilados, especiales de Navidad con Ayuso, etcétera, más de uno ha estado tentado de meter la cabeza en el horno y ponerlo a toda potencia. Sí, el formato es uno de los más seguidos y populares, pero todo en exceso cansa y empalaga. Por eso el ayuno forzoso es bienvenido y saludable, ha llegado un punto que alguno había perdido la cabeza. Por ejemplo, una de las estrellas del jurado, la chef Samantha Vallejo-Nágera.
Sí, dirán que la nieta del 'Mengele español' ya no estaba fina anteriormente. Y seguramente tienen razón. Los fans del talent culinario todavía no tienen demasiado claro qué narices pinta en el programa, más allá de pegar gritos y poca cosa más. Cocinar, lo que es cocinar, la hemos visto muy poco. Empezamos a pensar que su título de chef es una leyenda urbana como "la niña de la curva" o "Ricky Martin y el tarro de mermelada". Pues bien, gracias a su cuenta de Tik Tok, en la que tiene 40.000 seguidores (una cifra irrelevante en este universo), en vez de reivindicarse como una artista de los fogones lo que hace es hundirse en el ridículo más absoluto.
Samantha nos quiere enseñar a cocinar... haciendo trampas
Samantha comparte recetas y preparaciones que, presuntamente, nos harán lamernos los dedos. Hace unos días nos proponía unos "Pancakes de puerro con salsa de cilantro". Antes de continuar, hemos de decir que el aspecto del plato final es bastante repulsivo, requemados y poco cuidados. Más todavía si tenemos en cuenta su exigencia enfermiza por la puesta en escena de los platos de los concursantes de 'Masterchef'. En todo caso, la televisiva se pone delante de la cámara y hace el papelón de su vida. Nos enseña a cortar los puerros, las chalotas, el chile; a preparar la masa de los pancakes; también a elaborar la salsa mencionada en el encabezado. Pero pasa una cosa: cocinar es un arte, pero mentir también. Tienes que tener maña. Y ella no la tiene. Le importa un rábano. Lo hace mal, torpe. Fatal, Samy, fatal.
Una cara que se refleja en la sartén destapa la mentira de Samantha
La españolistísima "Samyspain", que es como se hace llamar en esta plataforma, hace honor a su nombre: is pain, es un dolor como tiktoker. Más falsa que un billete de 7 euros, vaya. Ella no cocina, lo hace el servicio. Concretamente una mujer a la que obliga a preparar los pancakes de las narices siguiendo sus instrucciones... y para mayor gloria de la presentadora. Sabemos que la cocinera no es Samantha porque el vídeo la delata: un detalle de la sartén con aceite es revelador, se refleja un rostro que no es el de Vallejo-Nágera. Como las caras de Bélmez. Cazada, vaya ridículo. La red se troncha de risa y le dicen de todo... menos bonita.
Ana Rosa escribe libros con "negros", Samantha hace lo mismo en la cocina. Ya sabemos porque los pancakes están como el carbón. Es el color y el saboooooor de la venganza de su asistente.