Nueva gala de 'Masterchef', que enfila la recta final de su novena edición. El resumen es fácil: un nuevo expulsado, Dani, y una pareja surgida en las cocinas, Ofelia y José. Alguna polémica recurrente, como los chistes e imitaciones de mal gusto sobre chinos por parte del jurado, y una costumbre muy desagradable, molesta e irritante de Samantha Vallejo Nájera. Ella, que siempre va de fina, cosmopolita, elegante y sofisticada, ofreció un show insufrible durante varias etapas del capítulo. Parecía tener un objetivo muy claro: dejar sordos a los concursantes y a los espectadores que lo ven desde casa. Qué griterío, qué espanto.

Samantha Vallejo Nájera y Jordi Cruz Masterchef / RTVE

¿Que Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y la propia Samantha interpretan un gag? Ella grita. ¿Que tiene que dar consejos sobre el terreno? Grita más fuerte. ¿Toca pegarle la bronca al personal? Evidentemente, grita como una descosida. No puede evitarlo. Incluso llega al paroxismo: oye gritar a los concursantes en las cocinas (¿por qué será?) y tiene los santos bemoles de hacer de 'señorita Rottenmeier' y recordar que "en la cocina no se grita". Con dos... Eso.  Redondeó su actuación durante la participación de la soprano Ainhoa Arteta, a la que invitaba a cantar mientras preparaba un pastel vasco. Los espectadores, sulfurados, se hacían cruces: no es que Ainhoa no cante bien, ni mucho menos, pero se repite más que el alioli. Y entre el timbre de voz de Arteta y el de Vallejo, las empresas de audífonos hacen en agosto en junio.

Samantha gritando cada 5 segundos en 'Masterchef' / RTVE.es

Ainhoa Arteta y Samantha Vallejo en 'Masterchef' / RTVE.es

Tendrán que poner un rótulo durante los próximos episodios: 'Masterchef' puede provocar la pérdida de la agudeza auditiva. De hecho, algunos se plantearon cortarse las orejas y acabar con todo.