Sandra Barneda no para. Vuelve a presentar un programa en Telecinco, el debate de La casa fuerte. Y lo hace mientras continúa inmersa en un proceso de promoción de la novela que la ha hecho merecedora de ser finalista al Premio Planeta 2020, Un océano para llegar a ti. Un viaje sentimental que emprenden un padre y una hija, a raíz de la muerte de la madre, después de años de distanciamiento. Un viaje que la ha llevado a tocar el cielo literario, un "reconocimiento a la resiliencia, a la lucha para creer en una misma".

Sandra Barneda en el Premio Planeta (GTRES)

Y un viaje que ha hecho que Jordi Basté le pregunte en El món a RAC1 si se siente más escritora que periodista: "Me siento más completa que nunca, más equilibrada que nunca, más comunicadora que nunca. Recuerdo cuándo estaba haciendo la carrera y no soportaba a los compañeros que iban de que sabían de todo, con libros en la mano... Siempre he roto modelos. No necesito escoger. He encontrado diferentes maneras de comunicar, y están dentro mío, y creo que eso los lectores lo han entendido mucho más que los propios periodistas y compañeros".

No es el único recado que ha dejado caer la periodista-escritora-comunicadora-presentadora catalana hacia la profesión que la ha llevado a primera fila de la parrilla televisiva durante muchos años. Le dice Basté, hablando de ella y de su notoriedad profesional: "Hay momentos en que tienes mucho palmero al lado, pero ¿también vives con mucha solitud, a veces angustiosa?". Respuesta: ", porque vives rodeada de demandantes. A veces no das para más de sonreír. Quizás quieres protestar en un momento determinado, o necesitar un consuelo. Se han hecho una idea de mi personaje televisivo. Cuesta encontrar a alguien que esté dispuesto solo a escuchar". Baste y Barneda han hablado de la necesidad de escuchar, de la necesidad de hablar de la muerte y de la presión: "Los que nos dedicamos a la tele estamos muy habituados. ¿Éxito? Los picos de la montaña los hemos tenido. Pero en más de 20 años de profesión, he pasado por buenos momentos, pero también he recibido muchas hostias. Por ser como soy. A menudo me han dicho: 'este carácter que tienes, eres demasiado sincera, dices las cosas demasiado a la cara...".

Barneda se sincera como nunca: "Soy una tía muy vulnerable, mucho más sensible de lo que muchas veces me he mostrado. Sé lo que he vivido y los navajazos que he recibido por la espalda y tienes que decir: 'tengo que levantarme, tengo que luchar'".