Con su última obra, Un océano para llegar a ti, Sandra Barneda quedó finalista del Premio Planeta. Y ahora, la periodista catalana acaba de constatar que a veces, para llegar a alguien a quien queremos mucho, no hay que tener entre medio un océano. Con 15 metros hay suficiente.
Barneda, que vive desde hace tiempo en Madrid, acaba de ser testimonio de una escena impactante que la ha conmovido y que ha compartido con sus seguidores. En tiempo de pandemia, afortunadamente estamos viendo la luz al final del túnel. Poco a poco volvemos a recuperar cosas que no hace mucho parecía que habíamos olvidado. ¿Cuántas veces habréis visto los últimos 13 meses a dos amigos, familiares o personas que se quieren, saludándose con el codo y ya basta, por aquello de la distancia de seguridad y la prevención? Demasiado. ¿Cuánto de tiempo habéis echado de menos abrazar a alguien, pero uno de aquellos abrazos sentidos, de oso, con los brazos bien abiertos, mejilla con mejilla y apretando con fuerza? Demasiado también.
Barneda, sin embargo, acaba de ver una escena reconfortante: dos mujeres, separadas por unos 15 metros, "Las dos con mascarilla, caminan cada vez más deprisa y abren los brazos". De tan inusual de ver los últimos tiempos, "en la terraza de la una cafetería, todos dejamos de hablar para atender la escena". ¿Y cómo acaba? De la mejor manera posible: "Las dos mujeres se fusionan en un largo y emotivo abrazo".
Entendemos a Sandra. Y al resto de clientes de la cafetería. Ojalá esta escena muy pronto nos pase inadvertida: señal de que empezamos a verla por todas partes.