Hubo un tiempo en que cualquier televisión contaba con ella. Presentadora de programas como Club Megatrix o intérprete en series como Al salir de clase, Vive cantando, La vida de Rita, Cambio de clase, Tierra de lobos, Acacias 38 o, sobre todo, Física o química, donde compartía protagonismo con Úrsula Corberó o Javier Calvo (de los Javis), encumbraron a la actriz Sandra Blázquez y quién más quién menos veía en ella a una nueva estrella de la televisión.

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Antena 3

Empezó a actuar de bien pequeña, a los 10 años, y ahora, casualidades de la vida, su vida está rodeada de niños de esa edad. Pero unos niños que nunca la han visto en ninguna de estas series, porque no tienen televisor, ni electricidad ni, a duras penas, comida.

Después de unos años de rodajes diarios, el año 2014 empezó un proyecto radicalmente opuesto al de la interpretación. Ya fuera porque los papeles empezaron a disminuir, con la incertidumbre propia de los actores, ya fuera porque no la llenaba del todo lo que hacía, el caso es que Blázquez dejó de ser una referentes para muchos espectadores, sobre todo adolescentes, para pasar a ser un referente para niños necesitados de África. En Física o química era "Alma", la mala malíssimaEn la vida real ha demostrado ser todo lo contrario.

sandra blazquez

@blazquezsandra

Blázquez y una amiga, una educadora social, viajaron el año 2013 a un orfanato de Marruecos para ayudar a los que lo tienen más difícil en la vida. Cuando volvieron pensaron que "habíamos abandonados a aquellos niños, y nos planteamos que habría que hacer algo que perdurara", explica al diario El Mundo. Dicho y hecho. Crearon la ONG Idea Libre que tiene como objetivo levantar una escuela para niños en Kenia bajo el Proyecto Chumvi, una pequeña aldea, seca, donde viven 400 personas y "donde las mujeres se prostituyen desde los 12 años y hay problemas tribales". Empezaron con 80 alumnos y dos profesoras y ahora ya tienen a 100 niños, cuatro salas, cuatro docentes, dos vigilantes, una cocinera y una comida caliente al día para todos los alumnos.

sandra blazquez niño kenia

@blazquezsandra

"Muchas veces pienso que es imcompatible ser actriz con la cooperación: eso de estar siempre bien vestida, guapísima, ir de photocall en photocall, mostrarse en redes... Porque, en esta profesión, si no haces todo eso, eres un bicho raro. Hay una parte de mí que me dice que me olvide del cine. Y que crezca", reconoce Blázquez.

sandra blazquez niños africa

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La actriz lo tiene claro. Desde febrero nadie la llama para ofrecerle trabajo de lo suyo y sirve copas en un bar. Un escenario tristemente habitual en centenares de jóvenes actores y actrices. Lo que no es tan frecuente es tener una salida vital que la llene tanto a kilómetros de distancia: "Tratar de que esos chicos crezcan con posibilidades, con un pensamiento libre, que puedan soñar con vidas de película". Quizás Blázquez no hará más películas. Pero se deja la piel para que las vidas de muchos niños lo sean.