La cuarta edición de Got Talento ha llegado a su fin y lo ha hecho con polémica. El concurso de talentos de Telecinco entregó, ayer lunes, el premio de 25.000 euros a un grupo que hace actuaciones musicales en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife. Pero hoy nadie habla de los ganadores del programa, sino del momento de tensión que convirtió a Santi Millán y a Paz Padilla en los protagonistas de la noche, y eclipsó la victoria de los canarios.
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A media gala, después del espectáculo del grupo D'oo Wap, el clima de hostilidad entre el presentador catalán y la miembro del jurado andaluza fue más que evidente. Los bailarines hicieron una actuación con las canciones de Grease, el mítico musical de los años 70 protagonizado por John Travolta y Olivia Newton-John, que fue motivo de disputa entre Santi Millán y Paz Padilla. La humorista gaditana reveló su sueño de cuando era joven: “Me habéis tocado la fibra porque yo quería ser Olivia. Yo me he tirado toda mi juventud haciendo eso, con ese traje pegado, método braille. Yo es que la amo a ella”. Una confesión que el presentador aprovechó para hundirla: “Te estaba mirando y digo, es Olivia. Pero la de Popeye”.
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La cara de Paz Padilla, un poema: “A ver, Robert Redford. ¿Tú te crees que eres él o qué? ¿Tú qué vas de guapo ahora?”. A pesar de la tensión evidente del momento, la miembro del jurado cambió de tema y siguió con su discurso. Después de un minuto de conversación, Santi Millán intentó cortarla: "Ya está Paz, tenemos que seguir, que estamos en directo". Pero como si oyera llover, Paz Padilla siguió hablando para felicitar a los bailarines. La reacción del presentador: ponerse de espaldas a las cámaras para que no pudieran captar su cara de enfado.
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A la audiencia no le pasó por alto la disputa entre Santi Millán y Paz Padilla. Diagnóstico compartido: no se soportan.
Santi Millán tiene el consuelo de pensar que no volverá a ver la cara de la actriz andaluza hasta que no empiece la próxima temporada de Got Talent.