El mal rato por el que tienen que pasar los presos políticos catalanes cada día por la mañana, antes de entrar al Tribunal Supremo, es un auténtico Vía Crucis. Los despiertan de madrugada, después de muy pocas horas de sueño, no les dejan ni siquiera ducharse y tienen que aguantar un trayecto larguísimo desde las prisiones hasta el juzgado. Encima, algún día les hicieron pasar por todo eso esposados.

Pero de los 12 líderes indepes que están siendo juzgados, hay tres que no duermen en la prisión: Meritxell Borràs, Carles Mundó y Santi Vila. De estos, el último es lo único que sólo ha pasado una noche encarcelado. Fue la noche del 2 de noviembre del 2017, cuando lo llevaron preso a Soto del Real. Desde entonces, al exconseller de Empresa le han llovido un montón de palos, de parte de todos aquellos que lo acusan de traicionar a sus compañeros en el gobierno de la Generalitat.

EFE

Unas críticas feroces que ahora se repiten por su papelón a las puertas del Supremo. Las cámaras de TV3 captaron el momento, ayer por la mañana. Mientras los presos políticos catalanes están dentro, esperando ser juzgados, Santi Vila entra al Tribunal Supremo silbando alegremente. Ninguna muestra de preocupación, como si le importara un rábano. Las imágenes han corrido como la pólvora en la red y han encendido los ánimos de miles de personas, que responden furiosas al exconseller:

Ya hay quien se imagina que, cuando salga la sentencia, la reacción de Santi Vila será exactamente la misma: saliendo alegre y satisfecho del Supremo, silbando camino de Barcelona, como si nada hubiera pasado.