"Pura virilidad", "un toro", "pecho acorazado", "luce palmito"... Estas expresiones que se pueden leer en el diario de Pedro J. Ramírez, 'El Español', no hacen referencia al 'guapo oficial' del estado, como podría ser el modelo Jon Kortajarena. No, ni mucho menos. Es la descripción de otro 'vasco' que les hace "tilín": Santiago Abascal. El líder de VOX es "la versión metrosexual, post-industrial y urbana del macho ibérico". Se han dejado aquello de facha, racista, homófobo, incendiario... casualidad, seguro. O quizás no: ahora que los de extrema derecha han conseguido un resultado electoral espectacular, no hay ningún obstáculo para alabar a su líder. Ahora bien, como cualidades intelectuales y de tipo político no encuentran, apelan directamente a su belleza, fortaleza y forma física. Es el nuevo Adonis 'cañí', que se machaca en el gimnasio, como el hermano de Carmen Lomana ("tonto y vago"). Motivo más que suficiente para hacerle la ola.

Santiago Abascal @santi abascal

Santiago Abascal @santi_abascal

Y es que, señoras y señores, no nos hemos fijado en el estilo de vida saludable y de 'superman' de Abascal. Suerte tenemos de la redacción de Pedro Jota, que publica un retrato del político que nos tendría que hacer caer a todos de culo: montañéro, sano como una manzana y aspirante a protagonizar alguna de las nuevas películas de superhéroes de la factoría Marvel. "Le gusta ponerse en plan cabra. Lo hizo con los 101 kilómetros de la Legión, por ejemplo," una carrera para 'machotes muy machotes' y que también hace referencia a cabras. Ay, suspiros de España. Aunque tanto elogio ha provocado una reacción adversa en las redes, que sufren náuseas desde que se ha publicado el artículo.

Santiago Abascal gym @santi_abascal

Santiago Abascal gym @santi_abascal

Preparémonos para lo que vendrá: "Abascal, el visionario que acaba con el cambio climático" o el más ambicioso "Don Santiago encuentra la fórmula para la vida eterna". Es cuestión de tiempo, porque de fe van sobrados en los medios españoles. Rosalía quizás quería decir otra cosa... (ironía, claro está)