Para muchos celebrities, Instagram, aparte de ser una plataforma donde hacer postureo y publicidad, también es un espacio donde compartir momentos de su vida y desahogarse de muchos de estos. Entre los perfiles más seguidos de las VIPS más conocidas, Sara Carbonero es una de las periodistas que más se abre de par en par en redes sociales. El perfil de la periodista recoge todas sus reflexiones, anécdotas e imágenes más íntimas. Cuenta con tres millones y medio seguidores, y aunque siempre ha destacado por ser un personaje misterioso por evitar la polémica, de vez en cuando nos regala alguna de sus confesiones más íntimas. Como un diario personal, donde ha relatado sus éxitos y también, las situaciones más delicadas.
La periodista siempre utiliza la plataforma para desahogarse, y recientemente, alertaba a sus seguidores y a la prensa tras publicar unas imágenes en un hospital, mientras cuidaba a su madre en un problema de salud. La delicada situación de su madre le hacía escribir unas palabras en que recordaba su pasada experiencia al hospital durante el cáncer de mama que sufrió hace cinco años. Sara Carbonero relataba la vida y la rutina de estar ingresada desde la perspectiva del acompañante y emocionaba la red con el siguiente discurso: "Son los “códigos” de este lugar, donde todos sabemos la necesidad de cariño y afecto en estos días interminables. Entre estas paredes se valora mucho más cualquier gesto, cualquier detalle, cualquier soplo de aire fresco." Escribía en la publicación. Ahora, unos meses más tarde, nos ha vuelto a hacer emocionar, esta vez con una anécdota con su hijo durante el tratamiento de quimioterapia cuando sufrió el cáncer.
Hacerse un 'selfie' en el espejo le hacía recordar uno de los aspectos más complicados durante su tratamiento para el cáncer, la pérdida del pelo. Verse cinco años más tarde con perspectiva delante del espejo, le hace escribir el siguiente al respecto. "Lejos de la frivolidad que pueda parecer, yo cuando me miro al espejo,lo hago para tomar conciencia de mí misma, lo utilizo como herramienta clave para mejorar mi autoestima. Por causas de la vida, ya he transitado épocas en las que huía de ellos porque no reconocía a la persona que me mostraba el reflejo, llegué incluso a pasar tres o cuatro meses sin mirarme en uno." Seguidamente, exponía un momento con su hijo que nos hacía caer la lagrimita. Atentos.
"Estaba en la cama, sin poder moverme, y mi hijo mayor se tumbó conmigo. Después de mirarme detenidamente, muy raro, soltó: “Mamá, es que tienes las cejas grises y no pareces tú”. Yo por entonces, precisamente por no mirarme, ignoraba que había perdido todo el pelo de las cejas, que son las que enmarcan la mirada y dan personalidad al rostro." Un momento entrañable entre los dos que acababa con la mejor conclusión por parte de Martín, su hijo mayor. "Las carcajadas llegaron cuando en ese mismo verano salía en la tele un anuncio de champú que grabé meses antes con mi larga cabellera meneándola para delante y para detrás. El colmo de los colmos. Esto sirvió para que los enanos me imitaran y me animaran:”Ya pronto volverás a hacerlo, mamá.” “Y además, ya no tendrás las cejas grises”.
Sara Carbonero, maravillosa una vez más, nos vuelve a regalar uno de los momentos más mágicos que le regaló la dura enfermedad "A día de hoy, cuentan orgullosos a sus amigos cuando mamá tenía el pelo “como un chico”"