La conocimos como colaboradora y presentadora de deportes y televisión. Poco tiempo después nos regalaba desde el mundial de Sudáfrica, uno de los momentos más emblemáticos del fútbol. Y no, no hablamos del gol de Iniesta. Nos referimos al beso más famoso de nuestro país, el minuto más romántico de Telecinco. Sara Carbonero y Iker Casillas hacían público su amor con un beso histórico. Desde aquel momento, los dos se convirtieron en la pareja del momento y, en el mundo de la prensa rosa, Sara Carbonero se convertía en un icono de la moda y la comunicación. Una chica elegante y profesional que nunca se había visto afectada ni sobrepasada por ninguna polémica en la red. Nunca, hasta hoy. La presentadora ha estallado en su perfil de Instagram después de recibir un saco de comentarios por su físico. Una rabieta que tan solo le ha durado unos minutos.
Aunque Sara Carbonero no publique muchas cosas sobre su vida en las redes sociales, la presentadora cuenta con 3,5 millones de seguidores. Su contenido se basa en publicidad y cuestiones laborales. Siempre ha sido muy profesional, sin embargo, en su última publicación recibía una serie de comentarios muy desafortunados sobre su físico, en concreto sobre sus ojos. Los usuarios le comentaban reiteradamente que tenía 'La mirada triste, cara de pena' unas anotaciones que han molestado bastante a la periodista. Después de leer y analizar las críticas, tiraba un comunicado fruto de la impulsividad de la rabieta. Unas palabras que al cabo de pocos minutos desaparecían de su perfil.
"Cuando alguien le dice a una persona que tiene la mirada triste continuamente, ¿Con qué intención lo hace? Con la de animarla seguro que no (...) Si no te gusta alguien, no le sigas. Pero seguir a una persona para decirle reiteradamente lo triste que está, cuando realmente no sabes nada de su vida, me parece que aporta poco. En cualquier caso no ayuda, desde luego." Así de claro denunciaba Sara Carbonero los comentarios que estaba recibiendo en su último post. La mayoría de los haters hacían referencia a sus ojos, una mirada polémica y cuestionada para los más toca narices. "Mis ojos son así desde el día que nací. Deberíamos controlar más ese tipo de comentarios, como todos los que tienen que ver con cualquier rasgo físico." Escribía vía stories en su perfil.
Unas palabras que ha borrado al cabo de unos minutos. Después de la tormenta, llega la calma. El arrepentimiento y su paz interior lo han hecho poner lo freno de mano y borrar el texto de su perfil. Una acción que ha llegado demasiado tarde, ya que la revista Semana ha podido leer y capturar el fragmento entero, publicándolo en primicia. La periodista se ha abierto en canal como no la habíamos visto nunca. Siempre manteniendo su elegante y limpia reputación. "Más respeto y empatía en este año que está a punto de empezar, por favor. Más amor. No es tan difícil". Aunque su saber estar sea excepcional, a veces una chica tiene que sacar las garras y defenderse.