Las calles de Catalunya y España se han llenado hasta los topes para volver a vivir una masiva jornada de reivindicación feminista. Pero que nadie se engañe: la libertad y la igualdad de las mujeres se tiene que batallar cada día, no sólo en grandes acontecimientos. También con pequeños enormes gestos, que acaban con tradiciones socioculturales heredadas del machismo estructural, como eso de que los hijos de una pareja heterosexual tengan que llevar el apellido del padre en primer lugar, dejando el de la madre en un discreto segundo plano. ¿Por qué? ¿Dónde está escrito? ¿Y si lo está, no es hora de dejar de lado esta costumbre anacrónica? Hay muchas mujeres y muchos hombres que así lo piensan, y que van contracorriente. Es el caso de la pareja de intérpretes catalanes formada por Sara Espígul i Marc Martínez, que celebran el 8-M compartiendo con el mundo que su hija lleva el linaje de la madre bien alto.
"Mi apellido dio un paso al lado", explica Marc al compartir una preciosa imagen de su mujer y su hija Mia reivindicando en familia la libertad de las mujeres. Las dos Espígul, los tres orgullosos. En la imagen, como es natural, no vemos al cuarto hijo en común de ambos, el pequeño Bruc, nacido en noviembre. Demasiado pronto para ir de mani, pero que vayan contando con él. Seguro que se añadirá al sentimiento compartido en casa.
Un ejemplo de normalidad muy sano, lejos de estereotipos impuestos por la herencia cultural. Felicidades, y fuerza.