¿Se acuerdan del mítico león-comegamba de 'Masterchef? Pues Saray Carrillo lo superó. La aspirante andaluza entró en las cocinas de 'Masterchef' en su 8ª edición y fue de las primeras expulsadas tras presentar un plato de mierda. Literalmente, Saray presentó un pajarraco con plumas incluidas y salsa de mostaza. Eso sí, decorado con tomates cherry. El plato pasó a la historia como el más feo y asqueroso de 'Masterchef', y es que Saray se rio del jurado incluso con sus explicaciones. La respuesta de Jordi Cruz fue muy contundente: la mandó directa a casa. El sopapo aún resuena en las cocinas del talent culinario más duro del mundo.
Pero Saray al cabo de un tiempo acabó pidiendo disculpas, eso sí, mediante Twitter. En sus redes sociales, entonces, empezó a mostrar su cambio de vida, hasta convertirse a día de hoy en una guapísima Gipsy Girl. Con la cuenta verificada y seguida por más de 40.000 personas, Saray nos encandila con sus posados más 'hot', muchos de ellos bailando. A la ex de 'Masterchef' le encanta cuidarse y, desde luego, se le da mucho mejor la moda que la cocina.
Saray se confiesa gitana y solo mirando su bio de Insta se puede saber mucho acerca de ella. Se define como un "personaje público" y tiene un fijado en stories de sus recetas caseras, que recomendamos no probar. También participó en una serie de Amazon Prime Video, "El Internado". Allí, Pedro García Aguado intenta impartir clases de disciplina ante cuatro talentos televisivos: Omar Montes, Dakota, El Pequeño Nicolás y la misma Saray. Dan ganas de echar a correr.
El 'spoiler' que arruinó la final
Está claro que Saray ha sido de lo peorcito que ha pasado en 'Masterchef'. Su nivel culinario era ínfimo y en cualquier prueba hubiese sido derrotada por cualquier chavalín/a del Júnior. Está claro que TVE contó con ella por el juego televisivo que daba y no por su talento en cocinas, porque no sería capaz ni de organizar un picnic en la montaña. Pero lo peor de Saray llegó desde el sofá de su casa. Mientras se emitía el programa, Saray lanzaba tweets desde su cuenta personal explicando los siguientes movimientos del formato, cosa tajantemente prohibida por la productora Shine Iberia, que hace signar un contrato de confidencialidad a cualquier aspirante. El día de la final, Carrillo arruinó la noche a muchos: avanzó el nombre de la campeona. Y también el del podio final. Se enfrentó a una multa de 100.000€ que finalmente no tuvo que pagar. La redes estallaron: "Está claro que esto no lo ha escrito ella", indicó un usuario. "Vamos, que te han denunciado y te han dicho que digas eso", le respondió otro. Al menos aprendió la lección.