Shakira regresa a España esta semana. La cantante colombiana tiene dos citas muy importantes. Por un lado, actuará en la 20ª ceremonia de los Grammy Latinos que tiene lugar en Sevilla. Será el próximo día 16 de noviembre. Una ceremonia en la que la cantante cuenta con siete nominaciones por su sesión con Bizarrap, la colaboración con Karol G "TQG", y Acróstico. Además, es candidata al galardón por la mejor grabación del año y a la mejor canción pop.
Más tarde, la artista tiene otra cita en Barcelona. Shakira está acusada de seis delitos por impagos de la declaración de Hacienda y de su patrimonio entre 2012 y 2014. Y está citada para declarar el próximo 20 de noviembre.
Shakira vuelve a Barcelona esta semana
Un viaje a España que no realizará sola. La de Barraquilla estará acompañada de sus hijos, Milan y Sasha. De hecho, Gerard Piqué tenía que viajar a Miami para ver a los pequeños, pero no irá en vistas de la visita de Shakira.
Cabe decir que, tal y como revelan las Mamarazzi, Shakira y Piqué siguen manteniendo una relación llena de tensiones y animadversión. Además, señalan que Shakira y Piqué deben rehacer el convenio que pactaron el año pasado, dado que las fechas del calendario escolar de Milan y Sasha no cuadra con él.
Aviso a Milan y Sasha
Y hablando de la escuela de los pequeños de la familia, cuentan desde Estados Unidos que en el colegio de Milan y Sasha no están muy contentos con los pequeños. Incluso ha circulado el rumor de una posible expulsión si las cosas no cambian en los próximos meses.
Porque Shakira se lleva a menudo a Milan y Sasha por medio mundo. Están viajando cada dos por tres, pisando muy poco las instalaciones del centro educativo. Una situación que condiciona a muchos profesores, que se ven obligados a adaptar algunos planes y pruebas a su ausencia. Un agravio comparativo que no gusta a los responsables del centro y tampoco al resto de padres. No consideran justos los privilegios que se les dan a los hijos de Shakira por ser quien son. Y desde la escuela empiezan a verse atados de pies y manos. No quieren seguir accediendo a que hagan lo que quieran. Y si la cosa no cambia, tomar medidas al respecto es lo único que devolverá la situación a la normalidad.