La separación de Gerard Piqué y Shakira tiene dos víctimas: Milan y Sasha, los menores, los únicos por los que el juez debe velar. Shakira se ha victimizado en muchas canciones, Piqué soporta estoico el chaparrón y también luce el aspecto de "soy el más responsable en la ruptura", aceptó que los niños se marcharan, Amar es dejar ir. Los abuelos paternos lamentan que no ven a los niños. Y todo el mundo tiene heridas, pero los que realmente se han encontrado un panorama penoso, en el que sus padres no se dirigen la palabra, son los niños de 9 y 11 años, lo bastante mayores como para enterarse de todo, lo bastante pequeños como para no tener recursos para superarlo. El tiempo lo normalizará. Ahora viven con la madre la mayoría del año y eso comporta viajes arriba y abajo como una peonza, ya que Shakira es ahora la chica que quiere estar en todas partes. Como las separadas que dicen "ahora voy a ver mundo":
Hoy les han visto en el aeropuerto de Miami y destaca cómo ha crecido el pequeño Sasha. A los 9 años ha pegado un estirón, es casi tan alto como Milan, cada vez más rubio y más parecido a Gerard Piqué. Shakira tiene un clon de su ex en casa. Así resulta más ridículo odiar a Gerard Piqué, cuando tienes a su hijo siempre contigo y te lo recuerda. Shakira tiene una estrategia para alejar a Piqué de su vida: adoctrinar a los niños. Conscientemente o no, Milan y Sasha tienen mamitis y empiezan a mostrar detalles extraños con su padre. El primero fue ocultarle que participaban cantando y tocando el piano en un videoclip de la colombiana. Tanto alboroto con la participación de Milan en un vídeo de King's League y Shakira hace caja con los niños. Pero la prensa latinoamericana va más allá con el adoctrinamiento de los niños. Shakira les ha pegado el mote que dedica a la novia del padre de sus hijos, su detestada Clara Chía.
En el canal colombiano CNR explican el humillante sobrenombre que recibe Clara Chía por parte de Shakira, Milan y Sasha: "Pese a que la cantante barranquillera ha querido mantener a los menores alejados de toda esta situación con la actual novia de su papá, en los últimos días se conoció a través de reconocidos medios de comunicación cuál sería la forma en la que Milán y Sasha se refieren a la mujer catalana. El mote, apelativo con el que llaman a la española, el alias que utilizan es “la empleada de su papá”. Shakira juega con las cartas marcadas porque se ha dicho que Piqué considera prematuro presentar a Clara Chía a los niños como su novia. Y El Periódico sostiene que a los menores les hacen creer que Clara es una "amiga de papá´. Tienen 9 y 11 años y no son imbéciles. Todo el planeta sabe que Clara es la pareja de Piqué. Pero Shakira juega a liar las cosas y le llama despectivamente "empleada de papá", como asalariada, mantenida. Un menosprecio.
Este es el panorama que afronta Piqué, un exfutbolista a quien los pantalones cortos ya no le quedan tan bien. Piqué ya es como la mayoría de separados. Una ex que no le soporta, una novia actual que se queja del desprecio de la anterior mujer y dos niños que, en medio de este cambio de paradigma familiar, sufren.