‘MasterChef’ prepara su undécima edición con anónimos. Las grabaciones están a punto de finalizar y TVE ya calienta el estreno del programa con un “muy pronto”. Esta temporada llegará con una importante novedad que ha dividido a los fans del formato. Debido a su excesiva duración, una queja de muchos espectadores, el programa se emitirá en dos fases, dos entregas semanales, que previsiblemente se emitirán en lunes y martes. Por este motivo, esta edición contará con el doble de concursantes, un total de 32. Es decir que se expulsará a uno en cada programa. La dificultad aumenta.

El programa de Shine Iberia es la gallina de los huevos de oro de TVE. El único formato que se le mantiene en pie después de una década en emisión. Pero también es uno de los más polémicos. Los anónimos firman un contrato de confidencialidad y se rigen a sus cláusulas a rajatabla, pero no sucede lo mismo con  los famosos. Estos también firman ese contrato con las mismas condiciones, pero se atreven a romper su silencio.

Jordi Cruz MasterChef

Los famosos destripan la verdad de MasterChef 

La última en acusar al programa de manipulación fue Patricia Conde, unas declaraciones que trajeron cola. Según ella, alguien le apagó el horno para que cayese eliminada. La productora contestó que lo habría apagado con la rodilla, mientras que la marca de electrodomésticos argumentó que eso era técnicamente imposible.

Jordi Cruz MasterChef

Pero el primero en romper su silencio fue Xuso Jones, quien participó en la tercera edición y cayó eliminado en el primer programa. Según él, todo está pactado. Te cambian ingredientes de sitio para que haya nervios y discusiones. Además, cambian platos que el concursante que interese se salve y el otro caiga eliminado. El cantante reveló que algunas cosas desaparecían de la mesa y llegó a creer que estaba loco.

‘MasterChef’ esconde muchos secretos, y los espectadores quieren saber si realmente todo es tan difícil como parece desde el sofá. Según Elena Furiase no. Ella reveló que los concursantes saben perfectamente que les va a tocar cocinar y reciben clases previas para esa especie de examen. "Creo que se puede contar que no hay ningún problema pero después de cada programa, cuando acaba la grabación, tenemos como una hora de clase. Pero todo es muy rápido y sólo te da tiempo a nociones básicas. Por ejemplo un día te ponen guisos y durante una hora te enseñan a guisar pero todo es tan apurado que realmente te ayuda poco", confesó.