A principios de los años 90 hubo un personaje televisivo que estaba en todas las conversaciones del país. Un señor mayor, con gafas de culo de botella, boina y descamisado, que explicaba chistes de un humor grueso y picante. No había comida familiar donde no saliera alguien imitando su voz y explicando chistes mientras repetían su famoso "Hola, ¿cómo t'amo?" o "chi, cheñó" como si fuera un mantra.
Respondía al nombre de Señor Barragán, y tras aquella bata roñosa se escondía un humorista catalán, Josep Maria Rubio, publicista que ideó su popular personaje haciendo un anuncio para Carrefour. Apadrinado por el ínclito Alfons Arús, apareció en televisión en el programa No te rías, que es peor, después de alguna intervención radiofónica. Habitual de la saga Torrente de Santiago Segura, el Señor Barragán fue desapareciendo de la pequeña y gran pantalla, aunque él y su álter ego todavía suben a diferentes escenarios para explicar chistes de cosecha propia.
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Aquel icono humorístico de los años 90 reapareció este fin de semana en el programa Viva la vida con Emma García. "Estoy como desnudo. He salido más de una vez en televisión, pero el disfraz da fuerza, valor... sobre todo a los que somos tímidos", decía el cómico que le ha dado vida estos años, en una imagen que sorprendió a muchos espectadores. Rubio ya había aparecido alguna vez en programas de TV3, pero ahora sus seguidores del resto del estado se frotaron los ojos al ver a alguien totalmente diferente del hombre con aspecto de pedigüeño que tenían en el recuerdo.
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El humorista reconoció que él no sabe lo que es la fama, porque al ser tan diferente del personaje, "la gente no me reconoce por la calle". Le recordaron unas palabras de Kiko Matamoros, diciendo que convivir con las dos personalidad es un poco "como esquizofrénico", cosa que Rubio aprovechó para rebatir: "Tú también haces en la calle un papel y en la tele haces otro".