Primer lunes de la fase 0 de la desescalada. El programa de Ana Rosa se ha desplazado a algunas grandes ciudades para comprobar de primera mano cómo se está llevando a cabo. En Barcelona, el reportero de Telecinco Miquel Valls ha visitado el barrio de La Barceloneta y ha conocido a una de sus vecinas, Paquita, que asegura que no salía de casa desde el 9 de marzo, cinco días antes que el Gobierno decretara el estado de alarma, ahora hace casi dos meses. Mientras hablaban, las cámaras han captado este momento:
"He cumplido el confinamiento como se tenía que hacer, y no quiero que se acerque nadie a menos de dos metros de mí", iba explicando la señora mientras el periodista le acercaba el micrófono cada vez más. Con el aparato a pocos centímetros de su cara, Paquita ha acabado perdiendo la paciencia: "¡No me pongas el micrófono tan pegado!". Tirón de orejas al reportero, que ha tratado de quitarle hierro: "No se preocupe, que no pasa nada".
Como le pedía Paquita, una de las normas que ha establecido el gobierno de Pedro Sánchez para el desconfinamiento es la de mantener una distancia de seguridad de dos metros entre personas. Al menos en el programa de Ana Rosa sí que hacen caso de la recomendación de llevar guantes y mascarilla.