A Sergi Arola siempre le han perseguido sus problemas con Hacienda, pero su vida habría dado un giro de 180 grados. El corazón del chef está ocupado de nuevo, en concreto por una mujer chilena de 34 años con la que se casó en 2020. Le ha devuelto la ilusión y las ganas de volver a triunfar en la cocina. A Francisca Laree le encanta este mundo, pero no se ve entre fogones. Tampoco le gusta la farándula. Ambos son muy discretos con su vida privada.
Así es Francisca, el nuevo amor de Sergi Arola
Francisca es una joven normal a la que le encantan las motos, el rock y los videojuegos. Son sus hobbies favoritos en su tiempo libre, ya que el resto del tiempo lo dedica a su gran pasión, su trabajo. Trabaja como enfermera desde hace más de una década en una prestigiosa clínica privada de Santiago de Chile. Ella se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos Cardiovascular. Como muchas enfermeras, en plena pandemia fue derivada a la primera línea, con los enfermos graves de la covid-19. Fueron tiempos muy difíciles para ella. Pasaba muchas horas en el hospital, veía morir muchas personas en un solo día, tenía miedo a contagiarse y además estaba completamente sola. Sergi Arola residía en Madrid. Solo se veían mediante videollamadas.
Se casaron a finales de 2020 de una forma muy discreta, solo acompañados por unos amigos. Aseguran que el amor surgió en seguida. Rápido e intenso. El cocinero está tan enamorado que ha llegado a dejarlo todo por estar al lado de su mujer. Ahora vive en Chile.
Francisca conoció a Sergi Arola en su taller de cocina
Se conocieron en septiembre de 2019, cuando la enfermera realizó un curso de cuatro horas con Arola en la escuela Kitchen Club de la capital chilena. Lo conoció de antes ya que lo vio en la versión local de ‘MasterChef Chile’, donde participa como jurado. Empezaron a hablar sobre motos, una pasión que ambos comparten. Le hizo gracia que Francisca siempre llegase a clase con el casco de moto puesto.
La pandemia les pilló a él en su restaurante de Portugal y a ella en Chile. Se cerraron las fronteras tras decretarse el estado de alarma y ya no pudieron verse en medio año. Cuando se acabaron las restricciones de movilidad, Sergi Arola viajó a la ciudad de su mujer para darle una sorpresa. Por supuesto, antes tuvo que hacer la obligada cuarentena. Desde que se convirtieron en marido y mujer no se separan. Su residencia ahora está en Chile, aunque viaja en varias ocasiones a Europa para atender sus compromisos profesionales.
Sin duda esta marcha a Chile ha sido un renacer tras sus problemas económicos en España y el desastre de sus restaurantes.