El actor de Vilanova i La Geltrú ("un pueblo de mala muerte", dice riendo Sergi López) es próximo a la CUP y no esconde su independentismo ni en las entrevistas-trampa del diario ultra unionista El Mundo. Sergi López pasa por el aro para promocionar su peli, La inocencia, y el diario ataca por donde sabe que interesa a su lector: no el cine sino Catalunya. Y la pregunta es directa ¿Por qué quiere la independencia?
Sergi López no se fija en conceptos económicos o internacionales: ¿Que por qué quiero la independencia de Catalunya? Porque sí". Podría acabar aquí pero lo mejora: "¿Por qué tenemos que justificarnos? A mí no me gustan especialmente las banderas, pero quiero ser independiente para quemar la bandera catalana, para cagarme en La Moreneta y en los símbolos patrios. Y para eso tengo que tener una patria que sienta como mía". Se resume en ser libre.
El actor de 55 años no esconde su decepción con los políticos: "Había muchas razones para votar "no" a un PSOE que ha respaldado que se meta en prisión gente por intentar defender sus ideas. No me fío ni de Sánchez ni del sistema. Creo que los ciudadanos hemos sido abandonados por los políticos". También hace bandera de ser de las CUP: "En la CUP nos mueve un pensamiento más colectivo que individual, más de ayudar en la gente que a las élites que van sobradas. Llevamos toda la vida teniendo que explicar que somos catalanes. Ni mejores ni peores, pero catalanes. Lo que pasa en Cataluña es que España la trata como si fuera menor de edad."
Al final, gana la bondad del mejor actor catalán de su generación: "Podemos seguir siendo amigos aunque no queramos ser compatriotas". No se apellida Puig, Casamitjana o Pratdepàdua. Se llama López.