La boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio en Sevilla se ha retransmitido como si fuera el último capítulo de un cuento de hadas. Invitados de lujo, montones de dinero y un fiestón con una noria, autos de choque y un dragón gigante, tal y como ha revelado Pablo Motos en 'El Hormiguero'. Pero mientras los protagonistas disfrutaban de una jornada mágica, los trabajadores contratados por la boda vivían su propia película de terror.

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'Sálvame' contactó ayer por la tarde con una trabajadora para que les explicara la experiencia de ponerse a las órdenes de la pareja: "El equipo de trabajo, fatal. Pagaron 10 euros la hora". En la boda del año, el servicio ha cobrado una miseria. La chica destapa también que la organización fue pésima: "Dijeron unas cosas que luego no las cumplieron, como que nos iban a llevar hasta ahí en unos vehículos. Pero al final nos tuvimos que buscar nosotros la vida. Para volver lo mismo".

Por si fuera poco, la trabajadora de la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio denuncia en Telecinco los abusos de su jefe: "El maître me trató como si fuese un perro". La chica está furiosa y por teléfono destapa todas las humillaciones que sufrió durante el bodorrio. Por ejemplo, cuándo les dijeron que se tenían que vestir en una carpa: "Nos hicieron cambiar hombres y mujeres todos juntos. Allí, todos desnudos. Una vergüenza. Eso no se hace ni en las piscinas públicas. En una piscina por lo menos tienes vestuarios pero es que aquí la gente pasaba de un lado para el otro mientras nosotros, allí desnudos...". Empezaron a trabajar a las dos de la tarde pero hasta altas horas de la madrugada no los dejaron comer nada, asegura: "Cuando ya nos dieron algo de cenar eran las 3 de la mañana y eran los restos de los invitados".

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La chica, indignada. "Era la primera vez en mi vida que yo trabajaba en esas condiciones. No nos dejaban hablar, no nos dejaban reír. Nos chillaban", dice. Sobre el contrato, la trabajadora denuncia que les obligaron a firmar con prisas y que en los papeles que los dieron hay una cláusula abusiva: "Firmamos por la confidencialidad, que no podemos hablar de lo que es la boda, los invitados... Dice que nos metían a juicio y podíamos llegar a pagar hasta 100.000 euros".

La última queja de la trabajadora no es menos grave que las anteriores: "Hasta la semana que viene no nos pagan. Lo normal es que cuando acabes un evento te lo den. Al que le hace falta el dinero se tiene que aguantar. Vamos a ver ahora cuando hagan el ingreso qué es lo que ingresan porque ya me espero cualquier cosa". Aunque les aseguraron que les pagarían poquísimo, todavía no han recibido ni un duro.

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Pero la misma trabajadora que denuncia los abusos que sufrieron en el día de la boda excusa a los novios y dice que ellos no gestionaban nada: "Si los invitados o los mismos que se casaron lo hubieran sabido no creo que lo hubieran permitido".