Sergio Ramos y Pilar Rubio suelen no cortarse un pelo a la hora de mostrar qué hacen o qué dejan de hacer y lo lujosa que es su vida. Cada uno con su dinero, evidentemente, que haga lo que le salga del moño. Pero quizás la parejita tendría que taparse un poco antes de perpetrar según qué aberración, tendría que vigilar antes de enseñar según qué práctica absurda, esperpéntica o directamente ridícula, por mucho dinero que tengan y por mucho que se lo puedan permitir. Porque la línea que separa la excentricidad de la estupidez es muy fina.
Las últimas horas, el jugador del PSG y la presentadora han celebrado su aniversario de boda, una fecha que ha servido al futbolista para abrir su corazón hacia su amada: "Una emoción, un sentimiento, un recuerdo… la felicidad, de ese día y desde entonces. Bailamos juntos y soñamos despiertos. Juntos todo es posible. Mi hogar, mi vida, feliz aniversario. Te quiero. Happy anniversary, my love". Ramos y Rubio acostumbran a ir juntos a todas partes, a cenar, de viaje o con sus hijos. Cuando hacen una escapadita romántica, la parejita visita los mejores y más exclusivos locales donde se regalan un homenaje en forma de festín.
No hace mucho, el ex del Madrid y su mujer han estado en un conocido restaurando de Dubái, del chef Nusret Gökçe, más conocido como Salt Bae, cocinero que se ha hecho famoso por su particular estilo a la hora de poner sal a las carnes que cocina y que es propietario de una cadena lujosa de restaurantes (casi 20, como los de Las Vegas, Londres, Nueva York...) que visitan muchos personajes famosos como Rubio y Ramos. Los dos enamorados fueron hace poco y lo que comieron ha encendido la red, atónita por lo que ha visto. La pareja pidió un Golden Ottoman Steak, una pieza de costilla de más de un kilo que cuesta 900 euros. ¿Por qué?... Porque está bañada en oro de 24 quilates. Como si fuera la chica-Bond aquella que aparece en una cama en la peli Goldfinger. El nuevo capricho gastronómico del futbolista y la presentadora cuando han estado en el restaurante que tiene el chef en el Four Seasons de la ciudad de los Emiratos Árabes.
El mismo chuletón, sin la tonteriíta esta del oro, se puede encontrar en la carta del restaurante por uno 380 euros, que no es moco de pavo. Pero en su versión más lujosa y exclusiva, el precio sube más de 500 euros, teniendo que pagar, como decíamos, por la pieza, 900 euros. Luis Alberto Zamora, colaborador del programa Más Vale Tarde de La Sexta especializado en nutrición, ha dicho que no hay ninguna diferencia entre las dos, más allá del color y del precio. La pátina de oro es, evidentemente, perfectamente comestible y no afecta al sabor ni es mejor o peor a nivel nutricional. Por lo tanto, estamos delante de una muestra fehaciente de "Es meramente postureo. Sirve para poder decir que me he comido un chuletón de 1.000 euros. No hay ninguna persona que por no comer oro tengas un problema, cosa que sí pasa con otros minerales como el hierro, zinc o cadmio".
Sin embargo, el plato más caro de la carta del restaurante no es el que pidieron Sergio Ramos y Pilar Rubio, sino el Giant Golden Istanbul, que cuesta 2.400 dólares. Pero claro está, entonces no habrían podido hacer el paripé de decir que han comido un trozo de carne bañado en oro.