Shakira se siente "secuestrada" literalmente en Barcelona. En una cárcel amplia, la mansión de Ciudad Diagonal en Esplugues, pero con un peor futuro: la cárcel de mujeres de Wad Ras. Si la Audiencia de Barcelona le condena por fraude fiscal, podría tener un mal final entre rejas. Hacienda cree que Shakira no declaró el IRPF de los años que vivía en Cataluña como pareja de Gerard Piqué. Ni siquiera cuando parió a su primer hijo Milan. Los abogados de la cantante argumentan que no fue hasta que nació Sasha y escolarizaron a Milan que residió definitivamente en Barcelona. Cuesta creerlo. El juicio se celebrará en los próximos meses y será portada mundial: la colombiana sentada en el banquillo de los acusados. Como Leo Messi. Apuesten a que el juicio será por el mes de junio, cuando todos debemos hacer la declaración de la renta y Hacienda busca un caso ejemplarizante para infundir miedo a no declarar. Lo hacen cada año.

Shakira adios GTRES
Shakira adios GTRES

Lo más probable es que Shakira llegue a un pacto extrajudicial y acepte una condena leve que le evite la cárcel a cambio de pagar muchos millones al fisco. Si algo tiene Shakira es dinero. Otra cosa es que está decidida a no poner un euro más en Catalunya. Odia no sólo todo lo que le recuerde a Piqué sino pagar aquí. La revista Lecturas revela por qué Shakira tiene una fecha límite para irse a Miami: si el 1 de julio sigue viviendo en Barcelona el ejercicio fiscal de 2023 ya tendrá que pagarlo en Catalunya. Habrá vivido 183 días en Barcelona, ​​la mitad más uno del año. Y Shakira ha decidido que ni hablar de pagar ni un euro más a la Hacienda española.

Shakira GTRES
Shakira GTRES

"Shakira quiere dejar de pagar impuestos en España. No quiere tributar más aquí. La cuenta atrás se acelera" publica la revista del corazón catalana que insiste en la versión oficial de la colombiana, si no se marcha es por la delicada salud de su padre. Los médicos le desaconsejan viajar. Se supone que los aviones medicalizados de nada sirven en pleno 2023. No se va porque espera celebrar el juicio y no quiere que el fiscal la acuse de huir. Una vez que se haya celebrado se irá, y podría ser antes del 1 de julio. Éstos son los tempos de la colombiana. Todo tiene que ver con el dinero.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Shakira tiene muchas razones para querer largarse. La más evidente es dejar de ver a Gerard Piqué cada dos por tres. Todavía se lo encuentra en los partidos de béisbol de los niños. Otra es no tener que sufrir de vecina a su suegra, Montserrat Bernabeu. Y un miedo que sería una bomba nuclear: encontrarse cara a cara con Clara Chía. Pero ahora sale a la luz un motivo de peso: Shakira es tacaña, quiere ahorrarse impuestos como ya hizo hace 10 años. Y es rencorosa: a la Hacienda española, la que la quiere ver encerrada en la cárcel de mujeres de Barcelona, ni un euro.