La cola de pretendientes VIP de Shakira está tan repleta que tiene vida propia. Palpita, inhala, exhala, incluso estornuda de vez en cuando. Y cuando eso pasa, uno de los nombres sale disparado y si te he visto, no me acuerdo. Es lo que le ha pasado a Tom Cruise y a Jimmy Butler, dos de sus supuestos intereses en la ciudad de Miami. El primero fue repelido por la cantante colombiana, y el segundo se disolvió como un azucarillo. Nada que hacer. Quedaba Lewis Hamilton, con quien ha salido en EE.UU. y también en Barcelona, en los morros de Gerard Piqué. Un Piqué al que le resbala lo que haga o deje de hacer en este sentido. Lo único que quiere es que le deje vivir en paz, también con sus niños. Unos niños que acaban de ser devueltos a la ciudad de Florida, porque Shakira se habría negado a que asistieran a la boda del tío Marc Piqué. Quizás es de las que piensan que Eduardo Inda tiene razón y Gerard pedirá matrimonio a Clara Chía allí mismo. Se ha protegido utilizando a sus hijos de arma arrojadiza, como hizo a sus abuelos.
Pero volviendo a los amores y desamores de la artista, el tema Hamilton ha vivido un porrazo importante durante el fin de semana. Por una parte porque se ha visto al británico en muy buena compañía femenina, y no fraterna precisamente. Por su parte, a Shakira ya le han encontrado sustituto desde América Latina. El nicho principal de los sus incondicionales ha elucubrado una teoría que es la bomba: una relación secreta con Alejandro Sanz. Como la colombiana está a punto de sacar una nueva canción y la letra recuerda a pasajes de la vida de los dos amigos, confidentes, compañeros de escenario y vete a saber qué más, pues ea: tenemos parejita.
Shakira y Alejandro Sanz, 20 millones de razones para estar juntos y en sintonía
'El Programa de Ana Rosa' ha querido ir un poco más allá para saber exactamente si los rumores son verosímiles o una fábula de tantas. No acabamos de tenerlo claro del todo, pero al menos sabemos tres conceptos. El origen, las intenciones y una cifra jugosísima: 20 millones de dólares. Podría parecer el precio desorbitado por una exclusiva conjunta anunciando que han encontrado sus respectivas y nuevas medias naranjas, pero sentimos desilusionarlos, no es exactamente así. El periodista residente en Miami Álex Rodríguez asegura que más que amor, lo que hay es negocio. Y de los gordos.
La compra de una propiedad une mucho. Sanz y Shakira de vecinos a vete a saber qué
Se ve que la pareja montó una empresa conjuntamente hace unos meses con una misión principal: comprar una propiedad valorada en los 20 millones de dólares antes mencionados. Poco romanticismo, vaya, si es que el movimiento no responde a un futuro juntos bajo el mismo techo. Ya habían sido vecinos, eso sería un paso definitivo. Contrariamente al éxtasis del fandom de los artistas, Rodríguez es mucho más moderado y apuesta todo a una operación económica entre dos colegas que, por las circunstancias personales de cada uno, se han reencontrado y se dan apoyo de todo tipo. La línea no está clara del todo, este es el gran qué de la historia. Saber si de canciones en común, llamadas explicando penas, vivencias personales y demás puede surgir el amor de pareja.
Le daremos una última oportunidad a Alejandro... antes de borrarlo de la lista y pasar al siguiente: next!