El paraíso tenía letra pequeña. Miami, refugio de Shakira para superar el mal de amores, el despecho y el enfado sideral contra Gerard Piqué, ha enseñado otra cara. Y, obviamente, a la cantante colombiana no le gusta nada. No es extraño; ¿a quién le hace gracia tener un acosador descontrolado a tu alrededor, que te envía paquetes a tu domicilio o incluso llega a presentarse en la puerta de tu casa con intenciones muy poco tranquilizadoras? Cosas de superestrella, dirán. Pero no. En Barcelona no le pasaba. Tenía otras cavilaciones, pero a lo largo de más de una década en Catalunya, pocos problemas ha tenido en este sentido. Los EE.UU. son otro mundo. Uno mucho mayor, salvaje y descarnado, en el peor de los casos.

Daniel Valtier es el nombre que ha atormentado la existencia de Shakira y de sus hijos Milan y Sasha desde hace algunas semanas. Este individuo, con sus facultades mentales indiscutiblemente tocadas, pasó de la idolatría anónima y silenciosa a un acercamiento peligroso a la de Barranquilla. Las redes sociales fueron el origen de la pesadilla: el hombre compartía mensajes perturbadores con la artista como protagonista, y poco a poco fue subiendo el tono hasta alertar al servicio de seguridad de Shakira. Su equipo de asesores trató de pararlo, pero provocaron el efecto contrario: en vez de desaparecer, multiplicó las incursiones. Regalos de enamorado como bombones, botellas de vino o juguetes para los chiquillos, e incluso el famoso viaje hasta la mansión de North Bay Road Drive, donde fue detenido por la policía. Daniel pasó a disposición judicial, espeluznando al magistrado: "Estoy preocupado seriamente, este hombre está delirando", exclamó después de oírlo decir que Shakira era su mujer o leer que adoptaría a los niños y que montarían un negocio de camiones.

Daniel Valtier, acosador de Shakira / Telecinco

Valtier quedó recluido en la cárcel, después de imponerle una fianza importante. También se le ha aplicado una orden de alejamiento severa, no puede acercarse a Shakira. Parecía que las inquietudes de la cantante habían quedado resueltas, también las de un Gerard Piqué del que se ha informado que había tenido contacto con su ex para interesarse por el tema. Poca broma con desequilibrados como este perfil; un tipo con problemas de salud mental en el paraíso de las armas de fuego. Una lotería en la que mejor no jugar. Pero desgraciadamente, no hay paz, ni tregua. Quizás Daniel duerme entre rejas, pero el pánico sigue sobrevolando la casa familiar de la artista. El efecto llamada podría convertirse en incontrolable, más teniendo en cuenta la facilidad con la que el señor se aproximó tantísimo a la acosada, con decenas y decenas de millones en el banco pero el corazón en un puño permanentemente. Pues bien, prueba de esta angustia interminable es la imagen que llega del exterior de la mansión: los accesos han quedado rodeados por agentes de policía.

La policía en casa de Shakira / Telecinco
Shakira, Milan y Sasha / GTRES

El periodista español residente en Miami desde hace muchos años, Álex Rodríguez, ha explicado en Telecinco que 2 patrullas están apostadas continuamente en el lugar, como medida disuasiva contra nuevos posibles episodios o acosadores. Él mismo ha grabado las imágenes, sorprendido "desde hace semanas" por el dispositivo policial en la zona. Se trata de la medida de protección solicitada por Shakira y por sus asesores legales, según ha comentado porque el acusado podría abandonar la prisión si abona únicamente el 10% de los 100.000 $, "cosa que podría pasar en cualquier momento". Y claro, saber cuáles serían las intenciones del tipo, herido por la estancia en el centro penitenciario, es el gran qué de la cuestión. Con todo este problema entre manos, Rodríguez vuelve a insistir: Shakira se largará. Seguramente no de Miami, pero sí de ubicación. En esa casa ya no se siente segura.

Joaquín Prat y Álex Rodríguez / Telecinco