En su lujosa mansión de Miami, el pasado 29 de enero, la familia de Shakira se reunió para celebrar el cumpleaños de Sasha, el hijo menor de la famosa cantante, fruto de su relación con Gerard Piqué. Sin embargo, la alegría de la ocasión se vio opacada por la sombra del acosador que ha afectado la tranquilidad de la artista y sus hijos en las últimas semanas. El contexto de la celebración es crucial para entender las medidas extremas tomadas por Shakira. En abril de 2023, la artista tomó la decisión de mudarse con sus hijos a Estados Unidos, dejando atrás su vida en Barcelona. Este cambio no solo marca una nueva etapa en la vida de la familia sino que también ha desencadenado preocupaciones de seguridad a raíz del reciente incidente de acoso y hostigamiento que ha atormentado a Shakira y a sus hijos, Milan y Sasha.
La casa, ubicada en el lujoso distrito de North Bay Road Drive y valuada en aproximadamente doce millones de euros, ha sido convertida en un fortín de seguridad. La intérprete de temas como ‘Hips Don't’ Lie’ y ‘She Wolf’ ha solicitado vigilancia las 24 horas del día. Dos patrullas de policía se encuentran permanentemente en la entrada, mientras que dos guardaespaldas dedicados exclusivamente a la seguridad de Milan y Sasha se suman al equipo de protección. La mansión, que debería ser un hogar, ahora se asemeja más a una cárcel de máxima seguridad, con medidas extremas que van más allá de lo imaginable.
Shakira transforma una fiesta de cumpleaños en un acto secreto de extrema seguridad
Es por esto que la fiesta de cumpleaños de Sasha, que debería haber sido un día de risas y alegría, se convirtió en un evento sombrío. Shakira, obsesionada por la seguridad de sus hijos, tomó medidas extraordinarias. Todos los asistentes fueron registrados por guardaespaldas y policías, mientras que la cantante prohibió hacer fotos y solicitó que los móviles fueran entregados al personal de seguridad. La lista de invitados se redujo al mínimo, limitando la cantidad de niños que pudieron compartir este día especial con Milan y Sasha. Esto resultó en una celebración íntima, con muy pocos niños presentes y un hermetismo total sobre los detalles de la fiesta. Ni Shakira ni Piqué han compartido imágenes o detalles del evento en sus redes sociales, manteniendo un nivel de privacidad sin precedentes
Un acosador que genera preocupación
La razón detrás de estas medidas extremas se remonta al incidente de acoso protagonizado por Daniel John Valtier, un hombre originario de Texas. Este individuo, a través de perfiles públicos, enviaba mensajes inapropiados donde afirmaba estar casado con Shakira y tener hijos en común con ella. Lo más inquietante era que había logrado obtener la dirección exacta de la residencia de la cantante, llegando incluso al extremo de enviar paquetes con regalos a los niños. La situación se agravó cuando Valtier emprendió un viaje desde Texas hasta Miami. En respuesta a este alarmante episodio, Shakira presentó una denuncia con el objetivo de preservar la seguridad de su familia. Afortunadamente, hasta el momento, no se han reportado incidentes adicionales.