Aunque su cara no reflejara la máxima expresión de felicidad, Shakira ha vuelto de los EE.UU. habiendo cumplido sus objetivos. El primero, relanzar todavía más el éxito y el impacto de 'Session#53', la canción-venganza contra Gerard Piqué. El segundo, criticar al exfutbolista y padre de sus hijos Milan y Sasha ante la audiencia estratosférica del 'The tonight show starring Jimmy Fallon', el programa de los programas de la televisión mundial. La visita de la colombiana, con los chiquillos presentes entre bambalinas, dejó bien claro que Shakira es una número 1. Cantando, bailando y destripando es imbatible, no hay quien le haga sombra. El castigo continúa y se expande, ahora ya solo quedan pequeñas áreas ignotas de Asia Central que no hayan oído hablar del culebrón.
Durante estos días en Manhattan hemos podido percibir una a Shakira crecidísima. Acompañada por sus hijos de 10 y 8 años, el gran botín que ha arrancado de las manos de su ex, la artista se sabe ganadora de la batalla mediática mainstream, la de gran consumo. Sus fans son más en todo el mundo y más ruidosos. Una de las últimas incorporaciones es otra famosa cantante internacional, que aprovechó un descanso de uno de sus conciertos para soltar una pulla contra Gerard Piqué. Hablamos de Adele, para quien el catalán "está en problemas". Una reflexión que a pesar de no aportar demasiado en su contenido, sí que llama la atención por la importancia del personaje. Normal que Shakira se sienta apoyada e incluso levitando dos palmos sobre el suelo.
El vestuario de Shakira en Nueva York esconde un pequeño gran secreto
La excursión americana nos ha dejado otro detalle que quizás había pasado más desapercibido. Un complemento del look de la cantante que la acompaña últimamente allí donde va, y que no son las sudaderas diseñadas por su sobrina con el lema "las mujeres no lloran, las mujeres facturan". Tienen que fijar la vista más abajo, en su calzado. Su maleta iba llena de zapatillas deportivas, todas ellas con una particularidad: estaban modificadas para elevarlas unos centímetros sobre su estatura habitual. Alzas, vaya. No se separa de ellas, tampoco cuando en compañía de los pequeños de la casa. La altura oficial de Shakira es 1'57, Milan y Sasha todavía no llegan pero la pasarán pronto. Con estos extras de unos 5-10 centímetros más, sin embargo, la espera será algo mayor.
SHAKIRA EN EL AEROPUERTO DE BARCELONA:
SHAKIRA EN NUEVA YORK:
Shakira crecida con Milan y Sasha, lleva alzas en las zapatillas deportivas
Desde que abandonó Barcelona de forma temporal el pasado jueves hemos visto diferentes modelos de calzado deportivo en los pies de la de Barranquilla, pero todos ellos presentaban las mismas alteraciones. Por eso podemos decir que se siente crecida anímicamente, pero también en la literalidad: así es más alta. Cuando sube a los escenarios acostumbra a llevar zapatos de tacón, que aparte de ser más elegantes actúan de una manera similar en cuestiones de estatura. Sorprende, sin embargo, que lo haga en un entorno tan familiar y privado. Es uno de sus grandes pequeños secretos, el de las alzas. No parece, eso sí, que lo haga para que su voz se oiga de una manera más global: eso es prácticamente imposible, la verdad.
SHAKIRA EN EL AEROPUERTO DE NUEVA YORK:
Ha vuelto a poner los pies tuneados en Catalunya y ya sueña con largarse de nuevo. En dos semanas, si todo sigue según las previsiones, diremos adiós a Shakira. Y más de uno descansará.