¿Embarazo? ¿Boda? ¿Reírse de la bata azul de Sergio Ramos? Las casualidades no existen y la pareja estrella de Cataluña ha decidido vestirse igual. Quizás sólo es buen rollo. Cuando un miembro de la pareja está on fire y el otro pasa un mal trago, las sinergias son más necesarias. Gerard Piqué está en un momento inmejorable con el Barça. Hacía tiempo que el equipo no era una balsa de aceite y tenía al Real Madrid tan hundido. Cuando tu máximo problema es que cierras una hamburguesería es que la vida te sonríe. Piqué ha colgado en su instagram una foto vestido de negro con bambas rojas. La particularidad es que la madre de sus hijos ha decidido vestirse igual. El positivismo fluye de uno a otro como vasos comunicantes, ahora que Shakira ha anunciado, como avisó En Blau, una estrategia conservadora y nada invasiva para recuperar la salud en las cuerdas vocales. Felices y con medio millón de "Me gusta" en una hora. El amor se contagia.
Negro y rojo, como el club argentino de fútbol de Rosario donde Messi tiene previsto acabar su carrera cuando termine en el Barça, el Newell's Old Boys de su ciudad natal. También son los colores del sindicato CGT o de un famoso restaurante de Barcelona. Shakira está cuidando de su característica voz y esquiva el bisturí para no perder identidad. Piqué hace entrevistas a sus compañeros como un periodista más. Desde sus vacaciones accidentadas en NYC todo les sale bien.
Aquella empotrada contra la pared fue premonitoria de un gran 2018 con Copa, Liga, Champions y gira de El Dorado. Para ser un año total sólo falta una cosa: a 15 días del cumpleaños de los dos (el 2 de febrero él cumple 31 y ella 41) les falta la niña. Y ponerle babero negro y patucos rojos