Shakira no da puntada sin hilo. Nada es al azar para la cantante colombiana, especialmente desde el estallido del conflicto con Gerard Piqué. Una guerra que se ha recrudecido durante las últimas semanas, a raíz del lanzamiento de la demoledora canción con Bizarrap. Las bofetadas al ex futbolista y padre de sus hijos son constantes, incluyendo en el paquete a su sustituta, Clara Chía. Aquella que "tiene nombre de persona buena, clara-mente, no es como suena". O lo que es más ofensivo para la joven catalana de 24 años: "Yo valgo por dos de 22". La edad como arma arrojadiza, todo muy moderno: un eufemismo para llamarle niñata. Ya ni mencionamos los Rolex, Casios, Ferraris y Twingos, comparaciones denigrantes. La loba está herida. Muerde, mastica y traga.
Como tenemos claro que las manifestaciones públicas de la artista internacional son cualquier cosa menos casuales e inocentes, vivimos con una lupa permanentemente, analizando cada movimiento entre las partes. Los de Shakira son tan numerosos que hemos perdido la cuenta. Los de Piqué, en cambio, se producen con cuentagotas. El más importante, la publicación de la primera foto oficial de la pareja en redes sociales, juntos, afectuosos, enamorados. Gerard dio el paso definitivo, silenciando cualquier rumor de crisis. Una imagen que no quedaba sin respuesta por parte de Shak: ella compartía el desayuno que preparaba con Milan y Sasha, el gran tesoro de la ex pareja.
La cantante colombiana celebra que le dedicarán una exposición con una foto con aroma a venganza
Poco tiempo después la colombiana volvía a subir un contenido más en su cuenta en Instagram, seguida por 81 millones de personas en todo el mundo. Una foto aparentemente inofensiva, celebrando un éxito profesional del que se siente orgullosa. No nos extraña: Shakira es una estrella planetaria. Lo era antes, durante y lo será después del paso de Piqué por su vida. Una coleccionista de éxitos, de premios, de millones facturados. Por todo eso, un museo de Los Ángeles le ha dedicado una exposición: un centro especializado en estrellas de la música como el Grammy Museum. Sí, el de los galardones. Tiene 3 mundiales, 13 latinos y más de 600 nominaciones en tres décadas de carrera. Una pasada. Por eso y porque los americanos saben subirse a un caballo ganador, estrenarán el próximo 4 de marzo la muestra "Shakira, Shakira". La foto escogida por el museo, compartida por la propia cantante, tiene carga sentimental... y aroma a venganza. Es de 2005, cuando tenía 27 años. Casi la edad de Clara Chía, que en aquella época era una criatura... de 6.
La semejanza entre Shakira y Clara Chía, una vez más sobre la mesa
Las comparaciones son inevitables porque, desde el primer momento en el que se hizo público la existencia de una camarera de un local de copas de nombre C. y que era la sustituta en el corazón de Piqué, la semejanza entre las dos mujeres siempre ha estado sobre la mesa. De hecho, Laura Fa y compañía lo decían sin complejos en 'Sálvame', cuándo la cara de Chía era un misterio conocido por muy pocos. No osaban enseñar fotos hasta no tenerlo todo atado, solo nos hicieron un dibujo, un retrato clavado a la artista. Sí, se parecen. Algunos dicen que son un clon. Quizás no estén de acuerdo, pero la retirada existe. Y Shakira, por si acaso, remacha el clavo para hacer sangre, provoca. O eso parece. La simulación en la que se ha convertido el panorama rosa produce esta inflamación imaginativa. Es el pasatiempo del momento.
¿Shakira con veintipocos es más que Clara Chía con 22, 23 o 24? ¿Es este el debate? Quizás no habría que llevar las cosas por este camino, la verdad.