La familia Piqué-Mebarak llevan el gusanillo de los deportes en la sangre. Gerard, por razones evidentes y profesionales; Shakira lo hace de forma personal y por ocio, pero con mucha maña y sacando rendimiento artístico para su carrera. La colombiana es una experta patinadora, ya sea sobre las ruedas de un skateboard o con una tabla de surf, cogiendo olas. El videoclip de su último éxito, 'Don't wait up', nos permite ver sus habilidades en esta disciplina, aunque puedan pensar que si luce tanto es gracias al trabajo de posproducción de vídeo. No esten tan seguros, porque Shakira domina. Y lo que es más importante, se lo pasa de narices y lo transmite a sus chiquillos.
La cantante aprovechó un fin de semana de este verano para escapar con sus hijos Milan (8 años) y Sasha (6) a la localidad vasca de Aizarnazabal para enseñarles a surfear. También fue Piqué, según explican en la prensa vasca, aunque no sale en las imágenes que acaba de compartir con sus 70 millones de seguidores. El viaje a Gipuzkoa fue bastante especial: aunque en Euskadi tienen lugares míticos para encontrar olas como Mundaka o Zarautz, estamos hablamos de un pueblo sin mar. ¿Cómo es posible que allí las encontraran? Gracias al ingenio de un empresario que ha puso en marcha un recinto donde las crea artificialmente: el Wavegarden. Una visita que aprovechó para ponerse a punto de cara a la grabación del mencionado videoclip en Tenerife.
Esta piscina de olas es el sitio ideal para practicar este deporte de forma privada y sin preocuparse del estado del mar o de otros inconvenientes con la meteorología. Un entorno seguro y apto para empezar a dar los primeros pasos en la materia. Milan y Sasha no lo dudaron ni un instante y enseguida se lanzaron al agua. Shakira no dejó de inmortalizar el momento, incluso cuando recibían instrucciones de los pequeños Hans y Kai Odriozola, hijos del propietario de la instalación. Especialmente orgullosa estaba la madre con el empuje del más pequeño, claro, que demostraba no tener miedo en nada.
Shakira también lo probó con una tabla rosa en la que llama "la de la Barbie" mientras aplica una buena capa de cera segundos antes de ir al agua. Allí demostró que apunta maneras. Los tres, al acabar la actividad, inmortalizaron radiantes la jornada con instantáneas familiares preciosas.
Shakira no espera absolutamente nada, como dice su canción, para compartir todas las cosas buenas de la vida con sus descendientes queridos: el deporte, la vida sana y la familia. Por eso desprenden esta energía tan fantástica.