Si alguien quiere saber qué es el amor, sólo hace falta que eche un vistazo a la pareja más envidiable de Catalunya. Sólo hace falta una imagen de ellos dos juntos, ya sea en actitud romántica o haciendo caras divertidas, para darnos cuenta de cómo se quieren. Sílvia Abril y Andreu Buenafuente están hechos el uno para el otro. Sin discusión.
Se quieren, se desviven por el otro, se hacen bromas, se hacen regalos, se respetan, se emocionan. Desde que se conocieron su vida es todavía más feliz, son la confirmación de cómo otra persona te puede complementar a la perfección. Y ya no digamos, desde que tuvieron a su hija Joana. Una familia perfecta. Un amor de película. O de televisión, en su caso.
Porque un programa de tele los unió ya hace muchos años. ¿Cuándo se empezó a forjar esta relación? Fue el año 2006. Ahora hace 15 años, Buenafuente estaba en Antena 3 con su programa homónimo. Y contrató a Abril. ¿De qué hacía? De un personaje inolvidable, una niña peculiar que se sorbía los mocos, se olía la peste de los sobacos e iba enseñando las bragas a la mínima de cambio... La niña de Shrek.
El mismo Buenafuente ha explicado que vestida así, surgió la llama entre ellos dos: "Se acercó a mi mesa, en directo en el programa, disfrazada, se levantó la falda y en realidad me miró con cara de Sílvia, no de Niña de Shrek. Nadie se dio cuenta, pero yo sí"... Minutos después, en el camerino, él le dijo: "Nos tendríamos que dar ya un beso, ¿no?.
Desde aquel día, el amor que se tienen es de aquellos que sólo estando juntos, ya tienen suficiente para tener una sonrisa de oreja a oreja. ¿Pero es que ellos, incluso, no paran de cuidar y regar su amor, como se suele decir. ¿Cómo? Con buen humor, muchas carcajadas y teniendo detalles hacia su pareja de aquellos inesperados que emocionan y te hacen estar todavía más enamorados.
Cuando hay una fecha señalada, no fallan, como cuándo Sílvia celebró este año su 50.º cumpleaños o cuando celebraron su aniversario de boda con unas sentidas palabras. Pero Andreu y Sílvia no sólo piensan el uno en el otro cuándo toca.
Una demostración de eso es el regalo que le ha hecho él a ella. De todos es sabido que una de las pasiones de Andreu es el dibujo. A la que tiene ocasión, coge lápiz y papel y empieza a dibujar lo que le pasa por la cabeza. Y podemos decir tranquilamente que dibuja igual de bien como presenta programas.
Y ahora, su musa ha protagonizado la última ilustración del de Reus. Pero no se imaginen que lo que ha dibujado es una imagen de su querida, radiante y bellísima. Porque Buenafuente ha inmortalizado al alter ego de Sílvia, aquella niña de Shreck inolvidable con pelos en el bigote, gafas de culo de botella y que se tocaba la entrepierna. Pero da igual. Está maravillosa igualmente.
Al verlo, la primera que ha reaccionado ha sido la homenajeada, deshecha de amor... y tronchándose de risa:
Sílvia quiere a Andreu. Andreu quiere a Sílvia... Y nosotros les queremos a ellos dos. Maravillosos.