Terrible inicio de año para una de las voces más inconfundibles de la historia de la música: quizás su estrella había desaparecido, pero muchas generaciones no olvidan ni el rostro ni la voz de la autora de un himno como 'Nothing Compares 2 U', de 1989. Aquella canción escrita por el genial, excesivo y difunto Prince emocionó a todo el planeta, arrasando en las listas de ventas. Sinéad O'Connor se convirtió en un icono, aunque su carrera quedó marcada por la polémica y la persecución. En 1992 participó en el popularísimo programa americano 'Saturday Night Live', donde denunció los abusos sexuales a menores en la Iglesia Católica, rompiendo frente a la cámara una foto del Papa Juan Pablo II mientras pronunciaba la palabra 'evil', maldad. El escándalo fue monumental y la persiguió para siempre, con una enorme legión de haters que le intentaban hacer la vida imposible. Su estrella nunca brillaría de la misma manera, a pesar de haber firmado un buen puñado de discos.
O'Connor, que actualmente se llama Shuhada Davitt después de convertirse al Islam en 2018, ha tenido también una vida sentimental y familiar intensa. 4 matrimonios diferentes y 4 hijos. Uno de ellos fue Shane, fruto de su relación con el músic de folk irlandés Dónal Lunny. Nació el 10 de marzo de 2004, y pocos días más tarde Dónal los abandonaba. Un inicio de existencia triste y problemático, aunque todavía más traumático ha sido el fin de sus días. Este 6 de enero se ha sabido que el adolescente ha muerto a los 17 años. Una tragedia.
Shane se encontraba desaparecido desde hacía horas y la policía de Dublín lo buscaba con insistencia. La madre, aterrada, escribía este mensaje en las redes sociales pidiéndole que volviera a casa. "Shane, ya no es gracioso que todo eso se pierda. Me estás asustando muchísimo. ¿Podrías hacer lo que es correcto y presentarte en un cuartel?". Al no recibir respuesta por parte del joven, su angustia crecía. Y la dejaba plasmada en un nuevo tuit: "Shane, tu vida es preciosa. Dios no esculpió esta sonrisa tan bonita en tu cara para nada. Mi mundo colapsaría sin ti. Eres mi corazón. Por favor, no hagas que se detenga. No te hagas daño. Vete a la policía y te llevaremos al hospital". La tensión era extrema. Y las noticias, nulas.
La búsqueda finalizó el viernes, cuando los agentes de la Gardai encontraron su cuerpo. Sinéad, destrozada, lo anunciaba de madrugada: "Mi precioso hijo Nevi'im Nesta Ali Shane O'Connor, la luz de mi vida, decidió acabar su lucha terrenal y ahora es con Dios. Que descanse en paz y que nadie siga su ejemplo. Te amo tanto...". La cantante daba la clave definitiva de la muerte de Shane, se había suicidado. Un problema por el cual ella misma se trató en el pasado. En otro tuit, rota por el dolor, dirigía un mensaje lleno de rabia e impotencia contra los servicios sociales que lo tenían bajo supervisión: "¿Cómo puede ser que un crío de 17 años traumatizado bajo vigilancia en el hospital Tallaght Lynn Ward ha podido desaparecer? El hospital, evidentemente, rechaza su responsabilidad. Pleitos". Habrá batalla judicial, aunque la pérdida no la podrá compensar nadie, claro. En un tono mucho más nostálgico y emocional, dedicaba una última canción de Bob Marley a su hijo fallecido: "La lámpara del mi alma", le decía.
Descanse en paz, Shane, y esperamos que Sinéad pueda recuperarse algún día de este drama tan desgarrador.