Sira Martínez vivirá en la distancia la trascendental jornada de este miércoles en la Champions, la última de la fase de grupos, donde el PSG de su padre, Luis Enrique, se la juega en el campo del Stuttgart para tratar de clasificarse para los dieciseisavos de final, después de la enorme victoria de hace una semana en París contra el Manchester City de su amigo Pep Guardiola. Normalmente, tanto ella, como su hermano como, su madre están muy pendientes de cómo le va al entrenador asturiano, pero mañana, el partido la cogerá lejos de allí. La verdad es que la jinete ha empezado pletórica el 2025, primero, yendo con las amigas a Qatar, donde desayunaba en un hotel, recorría las callejuelas de Doha e iba de tiendas. Después, unos días por Barcelona, donde se zampó un "cinnamon roll" de traca.

No hay duda que una de las cosas que más le gustan en el mundo a la hija de Luis Enrique es ir arriba y abajo, viajar, y si su destino puede ser un destino soleado, donde haga mucho sol, donde las temperaturas sean altas y donde pueda ponerse un bikini, mejor que mejor... Y no solo en verano, donde sin ir más lejos, el pasado, estuvo por las islas Baleares y por Turquía, a bordo de un barco, en una tumbona, en la arena de la playa o en una piscina.

Ahora, Sira ha vuelto a hacer las maletas hacia un lugar paradisiaco donde lo primero que ha hecho ha sido ir a tomar el sol bajo las palmeras, pisar la arena, aguas cristalinas y por las noches, continuar la fiesta, nuevamente bien acompañada por sus amigas, bebidas, charlas y música. ¿Dónde está ahora la hija del entrenador del PSG? En las Maldivas, ce n'est pas mal, qué dirían los franceses. Como ella misma anunciaba hace poquito, "Catch flights, not feelings", es decir, "Coge vuelos, no sentimientos," que publicaba junto con una imagen con dos amigas suyas caminando por el aeropuerto del Prat bajo el hashtag #girlstrip, viaje de chicas, ahora sabemos dónde.

Sira Martínez aeropuerto / Instagram
 

¿Cuál será el próximo destino de Sira Martínez? Estaremos atentos, hagan apuestas, pero nos jugamos un guisante a que será un lugar donde no haga frío.