Jóvenes, "pseudofamosos", fantasmas y aficionados al desenfreno y a ir de plató en plató explicando todo tipo de culebrones. Este es el retrato robot de buena parte de los colaboradores televisivos del universo Mediaset, especialmente cuando hablamos de determinados programas. Y es también la descripción que encaja con personajes como Sofía Suescún y Kiko Jiménez, que este verano llenan horas y horas de televisión en Telecinco al haberse convertido, repentina y abruptamente, en "la pareja del verano". Los hemos visto a la playa, en la piscina, luciendo "palmito" e incluso saliendo del juzgado, después de haber protagonizado un incidente con la policía de Marbella. Un altercado que los define muy bien: "¡Que soy famosa! Mañana todos sabrán en Telecinco la mierda de policía que tiene Marbella"
Este es el informe policial que explica el comportamiento de la pareja, que hizo caso omiso de las indicaciones del operativo de tráfico que regulaba los accesos al Festival Starlite de la localidad malagueña. Jiménez, quizás creyéndose jefe de estado o Al Capone, espetó al agente: "Soy un personaje público, soy íntimo amigo de la dueña de Starlite y voy a entrar por aquí". Obviamente, el policía le exigió la documentación por "simpático". Pero Kiko se puso en plan Fast&Furious de mercadillo, huyendo en su coche hasta que fueron detenidos. Aquí es donde entra Sofía a gritos contra el cuerpo policial, que también la quiso identificar. Sin embargo, ¡oh!, ¡sorpresa!, la chica no llevaba el DNI. Es lo que tienen los famosos... hasta que te pilla la policía. Pero la cosa todavía llegó a niveles más grotescos.
Los agentes cogieron a Sofía para llevarla a comisaría y proceder a su identificación, pero el chico fue invadido por el espíritu de la Pantoja, grabando a los policías con su móvil. "Soy una celebrity, tengo muchos seguidoras y os estoy grabando un directo para Instagram". Los funcionarios le avisaron de que estaba cometiendo una nueva ilegalidad, pero el chico dijo "de perdidos al río", enfrentándose con ellos y provocando su detención. Kiko cambió el faranduleo y la música por la "zona vip" de un calabozo, donde fue invitado a pasar la noche, y ahora espera sentencia del juicio rápido que se celebró al día siguiente. Conclusión: Sofía y Kiko son famosos. Dos famosos bufones.