Zarzuela es ahora mismo un Palacio semi abandonado. En el recinto, lleno de pequeños y grandes palacios, casas y edificaciones, solo viven 4 personas, servicio aparte: Felipe, su madre, su mujer y su tía. En el Pabellón del Príncipe residen Felipe y Letizia, aunque se sospecha que en alas separadas, para evitar discusiones matrimoniales. Un libro de reciente publicación, Biografía no autorizada de Letizia, asegura que hacen vida de separados, un pacto por el cual cada uno puede hacer su vida, también en lo sentimental. Nadie lo ha confirmado. En otro edificio, en el principal, viven la reina Sofía y su hermana Irene de Grecia, Tía Pecu, que está enferma de Alzhéimer. Un matrimonio roto y dos octogenarias. Ni rastro de alegría en aquel palacio maldito donde todos son infelices. Las que podrían darle vida, Leonor y Sofía, han volado por años, la princesa al ejército y la infanta en Gales. Los cuatro que quedan en Palacio son pocos y mal avenidos.
Jaime del Burgo ha destapado la mala relación y el amor inexistente entre Felipe y Letizia, pero lo que no se ha solucionado es la pésima relación entre Letizia y su suegra. La reina emérita ha aceptado pasar a segundo plano pero no se va de casa, mete a tía Pecu y las hermanas royals griegas se dedican a susurrar contra Letizia. No cuesta imaginar los "Yo ya lo decía", "Se veía venir" o "Qué vergüenza más grande" con todo el asunto de adulterio, cuernos, infidelidades y frialdad. El biógrafo de Letizia escribe el mote despectivo que Sofía e Irene de Grecia le dedican a la mujer de Felipe: "La Ortiz".
Escribe Joaquín Abad: "Hace unos años, la reina Sofía y la tía Pecu tenían una aversión evidente hacia Letizia en los pasillos de la Zarzuela. Siempre ha existido una tensión entre ellas y se puede notar cierta rivalidad. Nunca le han mostrado respeto. Ahora se ha revelado que la reina emérita solía llamarla 'La Ortiz', al igual que su hermana. Utilizaban este apodo para dejarle claro que siempre será inferior a su familia. Sofía siempre considerará el estatus y las clases sociales. Los empleados de la Zarzuela, quienes están sujetos a un contrato que les prohíbe revelar información sobre lo que ocurre en ese lugar, son testigos de un ambiente altamente vigilado, con cámaras en todas partes. Aunque algunos exempleados rompen su silencio bajo anonimato, describen a Letizia como una mujer empoderada que constantemente da órdenes" Mandona, subidita, insoportable. Los motes podrían ser infinitos. La Ortiz es claramente clasista y ofensivo. Las dos hermanas tienen de apellido el nombre de su país: las Grecia.
El autor sigue: "Este comportamiento le ha valido a Letizia apodo de «La Jefa», caracterizándola como una figura autoritaria y dominante, especialmente en sus interacciones con el personal de Zarzuela y su actitud despectiva hacia la Familia Real, ya que ha tenido que aguantar burlas, insultos, y hasta vejaciones a sus espaldas. Solo la infanta Cristina fue más cordial. Al fin y al cabo, ambas se casaron con plebeyos". El autor a parte de plagiar fragmentos enteros del libro, patina, Letizia no se casó con un plebeyo, ella es la plebeya. El muro clasista es entre royals y plebeyas: Sofía y Letizia. Puestos a escoger entre el penoso clasismo de Sofía o su hermana y el criticable carácter arribista y trepa de Letizia, la opinión pública ya no sabe con quién quedarse. Puestos a tener que escoger, mejor en pack: monarquía (toda) sí o no.