Son días difíciles los que nos ha tocado vivir. El coronavirus ha sacudido las vidas de todos los ciudadanos del país. El elevado riesgo de contagio y las muertes que todavía tenemos que lamentar cada día han generado una situación de excepcionalidad como nunca se había visto. Todo el mundo confinado en casa y sin salir. Todo el mundo se tiene que adaptar a la nueva situación. No es fácil. Las televisiones, por ejemplo, suspendiendo programas, haciéndolos desde casa, o haciéndolos en familia, sin público y con la mitad del equipo confinado.

Telecinco

En esta situación se encuentra Ya es mediodía. En Telecinco, como en todas partes, la sensibilidad está a flor de piel. Los ánimos están flojos estos días, cuando es muy fácil emocionarse según con qué imágenes. Le pasó el martes a Ana Rosa Quintana, conmovida porque un bloque de vecinos de un barrio de Madrid se ponía a cantar Chiquitita, estando en confinamiento.

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Y este miércoles le ha tocado a la periodista a quien da el relevo los mediodías, Sonsoles Ónega. La presentadora de Ya es mediodía ha quedado absolutamente desarmada y golpeada por unas imágenes que han emitido en su programa. Un vídeo de un niño chino que después de tres meses separados, se encontraba con su madre después de haber pasado el pertinente confinamiento. "Es una imagen emocionante y todos, de alguna manera, queremos volver a eso, a podernos dar abrazos," decía, mientras se le iba cortando la voz. Puedes verlo cliqueando en la foto:

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Ónega continúa adelante como buenamente puede, pero al cambiar de tema y conectar con unos reporteros, vuelve a hundirse: "Casi que les voy a pedir disculpas, ¿eh"?. Momentos difíciles. Esperamos, sin embargo, que pronto todo sean imágenes como la del chico chino y su madre.