Las derechas españolas se han levantado con un escozor molesto. Muy molesta. Por mucho que se rasquen, el prurito no se va. Y hace daño. Ya lo dicen los dermatólogos, que la peor manera de superar esta incomodidad es ir toqueteando la zona afectada. Precisamente, lo que hizo el cuñadismo oficial en Twitter con una de sus bestias negras: la monja dominica Sor Lucia Caram. La religiosa, nacida en Argentina pero catalana de corazón, les hizo colapsar durante la jornada electoral con su pronóstico personal. "Hundimiento del PP y Ciudadanos. El PSOE gana las elecciones pero necesita a los catalanes para gobernar. Podemos pierde fuerza y VOX no cuenta". Sor Lucia no acertó del todo, pero estuvo muy cerquita.
Las cábalas de Caram se convirtieron, una vez más, en una ofensa inaceptable para los internautas unionistas, que le dijeron de todo. Desde "Sor Satán" hasta "la bruja Lola", pasando por pedir la excomunión de la religiosa, por enviarla a "su país", y en general, demostrar la buena educación (cristiana y católica) de aquellos que soñaban con una victoria incontestable del trifachito, que diría Polonia.
Las educadas y piadosísimas respuestas al tuit de Caram (más de 1.700 desde ayer) dejan claras tres cosas: Que la odian a muerte, que el unionismo funciona con la máxima de "a Dios rogando y con el mazo dando", y muy particularmente, que los trolls de la monja necesitan ayuda espiritual. En este caso, un buen exorcista.