Ser unionista en Catalunya es muy duro y supone pasar malos tragos por Navidad. Un padre va a la escuela a escuchar un concierto infantil y sus hijos cantan "Santa Nit", "Holy night" pero no "Noche de paz". Un drama. Así lo ha denunciado un tuitero y maestro de Educación física que ha popularizado Susana Gallardo. La catalana, una de las grandes empresarias de Barcelona y tercera esposa del concejal de la ciudad Manuel Valls, se indigna con la puerta de una clase que tiene tres colores: amarillo, rojo y azul. Ven esteladas donde no las hay. Luego has borrado la foto porque es lamentable tomar imágenes de clases de niños.
Susana Gallardo va del brazo de su segundo marido a la ópera o a las manis anti-independentistas, como la del pasado octubre donde la heredera de los laboratorios Almirall lucía al cuella una capa con la bandera de España gigante y un cordel con una acreditación donde se leía "Acompañante pancarta" y el logo de Sociedad Civil Catalana.
Queda feo que una de las personalidades más destacadas de Barcelona tenga que llevar un cordel colgando. Si alguien tiene que acreditarse es Valls, que ha hecho suerte con su matrimonio. Sobre niños cantando villancicos, convendría dejarlos tranquilos. La letra de los christmas o los colores de la clase de las "Ardillas" no son supremacismo.