Ya sabemos que Susana Guasch, a la mínima que tiene ocasión, da rienda suelta a su indisimulada animadversión sobre todo lo que tiene que ver con el Barça y también, con una posibilidad de Catalunya independiente. Y ya no hablamos cuando se trata de atizar a Pep Guardiola. Lo tiene atravesado e incluso no se lo pensó dos veces cuándo dijo tan pancha que el entrenador de Santpedor "iba de fracaso en fracaso en Champions desde que se fue del Barça". Incluso su compañero en Movistar+, Jorge Valdano, le dijo que asociar la palabra fracaso con el entrenador del City y ex del Barça, con el historial que tiene y cómo juegan sus equipos, era, como mínimo, temerario. Probablemente las ideas políticas del entrenador catalán las tiene siempre bien presente Guasch a la hora de hablar de él. Sea como sea, ella, como su padre Tomás, siempre se han mostrado como simpatizantes del Espanyol. Por no decir que cuando el Madrid gana, se les nota una euforia nada contenida a los dos, tanto el uno, comentando partidos en la Cope, como a la otra, presentando los programas de Champions.

Este domingo ha habido una cita importante para padre e hija y para miles de aficionados blanquiazules. El conjunto perico afrontaba el partido de vuelta de la eliminatoria definitiva para subir a Primera. Y los Braithwaite, Puado y compañía lo han conseguido. Solo un año después de bajar a Segunda, el Espanyol ha vuelto a subir (como siempre han hecho las otras veces que también descendieron). A la primera, el Espanyol vuelve a ser de Primera. La victoria por 2 a 0 contra el Oviedo en Cornellà desató a los aficionados y seguidores, y si me permiten, de entre todas las muestras de periquitismo eufórico, nos gustaría destacar la narración del gran Edu de Batlle en RAC1. Así resumía, justo al consumarse el ascenso, el sentimiento perico:

Unas palabras emocionantes. Incluso, a servidor, culé, y seguro que a muchos otros que no son del Espanyol, les dieron ganas de morrearse con alguien oyendo la euforia de Edu. En cambio, en la otra cara de la moneda encontramos a alguien como Susana Guasch, que incluso en un momento de alegría como ha sido este, con el ascenso en el bolsillo, ha dicho en antena una trolaca como un piano. Entendemos que, numéricamente, hay muchos más aficionados del Barça que del Espanyol en Catalunya, y que es cierto que en la gran mayoría de medios se da mucha más cabida a noticias, informaciones, minutos y espacio en sus medios sobre el mundo azulgrana que no sobre el blanquiazul. Es cierto que muchos aficionados pericos pueden sentir que no se habla tanto como se debería sobre su club. Pero de ahí a decir lo que dijo Guasch, hay un mundo.

Guasch, entre otros programas, colabora en la tertulia deportiva de 'Radioestadio Noche', con Rocío Martínez y Edu Pidal. Allí analizaban el éxito del conjunto espanyolista de este domingo contra el Oviedo, con miles de aficionados saltando al césped al final del partido. ¿Y qué ha dicho Susana Guasch? Para hablar de la masa social perica, emocionada, empieza destacando la mucha gente joven, niños, felices por la victoria de su equipo, las nuevas generaciones, "porque lo difícil es ser del Espanyol en Barcelona". Pero mientras elogia "la gente, los irreductibles que siguen con el sentimiento de los abuelos, de los padres", se pasa de frenazo y se saca del bolsillo una afirmación con tufo de rencor sobre los medios y Catalunya: "Es un club al que quieren muy poco en su casa, en Catalunya. Aquí hay mucho medio de comunicación catalán que iban con el Oviedo más que 'La voz de Asturias'. De verdad. Es un bochorno lo que pasa aquí".

Para bochorno el que ha provocado ella con estas palabras. La red no se ha callado.