No diga Susana Guasch, diga hooligan merengona. La presentadora de Movistar+, hija del unionista Tomás Guasch, tiene una empresa difícil por delante, pero no se arruga: superar a su padre en antibarcelonismo y españolismo (de los dos tipos). Va por el buen camino. Ha firmado episodios realmente polémicos y vergonzosos a lo largo de su trayectoria, pero siempre quiere más. Y aprovechando el momento delicado del equipo de Xavi Hernández, ha visto la oportunidad perfecta para ampliar el catálogo. La derrota azulgrana en la final de la Supercopa de España, disputada en Arabia Saudí, ha sido su pretexto. Aunque no lo necesita. Es muy de fiestas baratas.
De un funeral, Susana te munta un sidral que ni el 2 de mayo madrileño que tanto le gusta. Recuerden que la "periodista" llegó a decir en antena que Pep Guardiola es un perdedor y un fracasado. Lo hacía después de una eliminación en la Champions League con el City. Jorge Valdano, mito del Real Madrid, pero sobre todo alguien más juicioso que su interlocutora, la riñó en directo: "¿No confundirás a Guardiola con un perdedor a estas alturas de la vida? ¿Qué más quieres que gane?" Una escena repetida tras la final de la misma competición, pero en 2023, en la que el City de Pep levantaba el título y un nuevo triplete. Valdano, con el hacha, replicando al tufo de desprecio de Guasch: "Lo que es increíble es que para declararlo entrenador triunfante tengamos que esperar a que gane su tercera Champions. Como con Messi, que si no ganaba el Mundial no era suficiente transcendente. Estamos en unos niveles de exigencia... Ojalá la exigencia que tenemos para los demás la tuviéramos con nosotros". Esta es la interfecta.
Susana participa en una tertulia deportiva de Onda Cero, extendiendo el mismo odio anticulé por las ondas radiofónicas. Ahora carga contra Ferran Torres, al que las cámaras pillaron en situaciones muy calientes durante el Clásico. Vinícius lo sacó de quicio, "a este le metía una hostia, te lo juro". La frustración del culé y las cuentas pendientes entre los jugadores provocaron esta y otras situaciones durante los 90 minutos. ¿Que no son edificantes ni bonitas? Todo el mundo de acuerdo. ¿Que tampoco ha matado a nadie? También. ¿Y que el brasileño puede decir estas y otras barbaridades a quien le salga del moño y mantener la aureola de santo? Amén, amigos, amén. El análisis de la periodista es veneno puro: "Se tiene que medir este chico. Se burlaba del Espanyol que se iban a Segunda División, y ahora amenaza a Vinícius. Tiene poco temple. Es una ida de olla tremenda, me parece a mí. Vinícius no hizo nada más que marcar goles". Y abrir un orfanato, y erradicar el hambre y encontrar la cura del cáncer. Todo al mismo tiempo. Y con una sonrisa celestial.
La red ha escuchado detenidamente la intervención de Guasch, y ha dictado sentencia. Los argumentos de chichinabo de Susana se le han girado en contra. Como sabemos que le va la marcha, como a su padre, estará contenta recibiendo notificaciones de mensajes en redes. No la dejan bien, no. Sobre todo porque consideran que a la que "se le ha ido la olla" es a ella misma. No sabe perder, como no sabe ganar. Triste.