Susana Guasch es el anti-periodismo con su bufanda tricolor. La presentadora de las Noches de Champions de Movistar es de tres equipos: Real Madrid, Espanyol y anti-Barça. Detesta especialmente la gran obra maestra del barcelonismo, los años de Pep Guardiola. La catalana es hija de otro periodista perico, Tomás Guasch, que se ha caracterizado toda su carrera por ser hostil con el Barça. Lo más paradójico es que Movistar, la TV propietaria de los derechos de la Champions donde juegan el Barça y Guardiola, la contrate para seguir haciendo el ridículo con su odio al mejor entrenador de esta época. Hace unos años Valdano ya la hundió en directo cuando aprovechó que eliminaban a Guardiola de Europa para decir que era un fracasado. Valdano la advirtió, lo que decía era muy poco profesional: una obsesión personal. Los Guasch odian a la Catalunya indepe y al Barça.

Esta eliminación con ridículo apoteósico del Real Madrid como un muñeco dando pena y el Manchester City elaborando un fútbol gigantesco ha dejado a la pobre Susana más traumada de lo que venía de casa. Y como en la cadena algún directivo la debió advertir que no vuelva a hacer el ridículo en antena exhibiendo su obsesión enfermiza contra Guardiola, Susana Guasch la manifestó en un tuit. Parecía que no podía empeorar su papel de hooligan pero sí, lo ha hecho.

La pobre presentadora estaba hundida por la derrota definitiva del Madrid, por el probable descenso del Espanyol después de que sus ultras volvieran a provocar el cierre del campo pero sobre todo hundida por la exhibición de fútbol de Guardiola y tiene que vomitar contra el entrenador diciendo "Sigo pensando lo mismo, que Guardiola va de fracaso en fracaso y añado por fin. Y enhorabuena casi". No es una felicitación, es un deseo que el City pierda la final para volver a decir que Guardiola va de fracaso en fracaso. Los tuiteros han expresado lo único que se le puede decir a esta mujer, que deje de dar lástima:

Guardiola elimina el Madrid EFE

La tildan de ser una indigente mental y de repugnante. Es más sencillo: es mala profesional. Y Movistar se vuelve a disparar un tiro al pie. Es una TV de pago y sus abonados tienen otras opciones para contratar el próximo año la Champions League. Les puede llegar una bajada de suscriptores entre culés y espectadores incrédulos con semejante muestra de fanatismo. La vergüenza ajena que provoca es tal que la voz de los partidos de Movistar, Carlos Martínez, acaba de tuitear para desautorizar a la Guasch:

Parece la necrológica profesional de Susana Guasch.