Han pasado 12 años, pero sigue siendo uno de los hits televisivos más recordados: El enorme enfado de Josep Cuní en Els Matins en 2007, cuando perdió los estribos en directo en una acaloradísima discusión entre Pilar Rahola y tres votantes de Plataforma per Catalunya."Prou! PrOU! PROU!!!" ¿Hay alguien que no recuerde la escena?

Cuní perdió su flema durante aquella complicada emisión, con una bronca de las que hacen época, acompañada por una serie de indignados golpes en la mesa. El periodista recordaba hace pocos días en Tot es mou que aquel ataque de ira le afectó mucho, tanto que presentó su dimisión a Paco Escribano, quien no la aceptó. Una vez pasada la tormenta, la llamada al orden se convirtió en el paradigma de la indignación televisiva, dejando huella en el sector. Una huella que ha sido visible en Susanna Griso, que ha estallado en directo contra los colaboradores de Espejo Público, harta de discusiones y gritos sin sentido.

La ira de Griso se ha desatado cuando la riña dialéctica entre Juan Manuel de Prada (ABC) y Chema Crespo (director de Público) había llegado a niveles muy groseros en torno a los pactos postelectorales, del mercadeo de votos, escaños y gobiernos y a la consideración de unos y otros sobre lo que hacen líderes como Albert Rivera o Pablo Casado. Concretamente, la palabra (o "palabro") clave ha sido "partitocracia". Sin embargo, no perderemos tiempo en explicarla. La presentadora iba resoplando y haciendo muecas, aturdida por el exceso de decibelios.

Antena3

De Prada ha insultado y despreciado a Crespo, y cuando le ha dicho "todo lo que decís es burdo" el de Público ha estallado indignado con un "esto es acojonante". El escritor y articulista unionista pronunciaba en aquel momento la frase que acabaría de hartar a Griso: "Anuncio al público que este es mi último programa en Espejo Público". A Susanna le ha invadido el espíritu de Josep Cuní, y ha golpeado la mesa, tirando los papeles del guion. "¡Ya, por favor! ¡Por favor!"

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"¿Por qué tienes que decir que este es tu último programa?", ha dicho Griso, fastidiada por la amenaza "fantasma". Eso ha parecido calmar a las fieras, pero ha sido un espejismo: No habían pasado ni dos segundos y ya volvían a tener el cuchillo entre los dientes. Total, que Susanna, antes de perder de nuevo el control, ha puesto fin al episodio "a la brava". Se ha acabado el tema: "No quiero volver a hablar de 'partitocracia', nunca más." Un "prou" de tomo y lomo.