La llegada de un hijo a una casa siempre es motivo de alegría y en el caso de Susanna Griso más. Ha estado años esperando la adopción de Costa de Marfil que finalmente ha acabado bien. Los Griso-Torras ya preparan las primeras vacaciones de Navidad con la pequeña Dorcette. El diario El Mundo le ha preguntado a la presentadora catalana por su manía habitual: los idiomas. ¿Si la niña habla francés, qué pasará ahora que vive en Madrid con el catalán, idioma habitual de Griso? La pregunta da por hechos problemas idiomáticos: "La niña tuvo alguna dificultad con el idioma en un inicio" y Griso responde con naturalidad. "Claro. Ella hablaba francés y, de repente, le hemos introducido en todos los idiomas: castellano, catalán... Mis hijos también ven mucho la tele en inglés... Al final, ha sido una mezcla de cuatro idiomas de golpe, que para ella es intenso. Pero, oye, lo va cogiendo"

El diario, habitual en portadas manipuladoras de la enseñanza en catalán, se resigna a una respuesta que habla con naturalidad de tetralingüismo y prefiere girar hacia la vertiente rosa: Cómo es convivir con una hija adoptiva a los casi 50 años de Griso: "Claro. Ella hablaba francés y, de repente, le hemos introducido en todos los idiomas: castellano, catalán... Mis hijos también ven mucho la tele en inglés... Al final, ha sido una mezcla de cuatro idiomas de golpe, que para ella es intenso. Pero, oye, lo va cogiendo"

La llegada de Dorcette es una bendición y a Griso hace meses que se le nota la alegría. Su programa sigue siendo ultrahostil con el independentisme pero Griso encuentra reductos de dignidad, como cuándo dijo "Las cargas policiales del 1-O fueron aberrantes". El espíritu de Navidad ha llegado Can Griso.