Las televisiones españolas, especialmente las afines a la derecha y más allá, se han abonado a un personaje: Felipe González. El expresidente del gobierno socialista tiene todo lo que pueden desear: relevancia histórica, pertenencia al enemigo y un romance indisimulado (y cínico) con sus posiciones políticas, es decir: las del PP. Cuando Aznar le repetía aquel "váyase, Sr. González" en el Congreso, ni el mismo mandatario era consciente de que en realidad el mensaje era "véngase, Sr. González." Felipe, flanqueado por el carca Alfonso Guerra, Rodríguez Ibarra o José Luis Corcuera, conforman el batallón de los socialistas renegados, los tamayitos gran reserva. El ''Espejo Público' de Susanna Griso se está hartando de invitar a este grupo, son sus nuevos Beatles. Por las cantadas, claro.
Felipe ha pasado por el plató de la catalana con la escopeta bien cargada. En la diana Pedro Sánchez, José Luis Rodríguez Zapatero y, evidentemente, la posible amnistía. Nada realmente nuevo, ni sorprendente, la misma cantinela de siempre y que sirve de argumentario al desorientado Feijóo en sus discursos. Está bien, todos sabemos qué representa González y compañía. Es muy adecuado que Antena 3 le sirva de altavoz, hay que pregonar los eslóganes a los parroquianos y adeptos. Pero hay un problema de fondo con 'Espejo' y Griso: los más cafeteros de la derecha la han puesto una etiqueta de elemento sospechoso. De desafecta, de traidora, de vendida al enemigo. Y la justificación se esconde a sandeces como la que circula por las redes sociales. Al tanto, que esta es de traca.
No sería la primera vez que acusan a Griso de independentista. Tampoco será la última. Ahora, que quizás es de las más ridículas, gratuitas y pueriles, sin duda. Resulta que, durante la formulación de una pregunta, la construcción sintáctica de la presentadora no ha sido lo bastante esmerada para las entendederas del facherío. Y mira que era una cuestión con veneno contra Perrosanxé y los pérfidos catalanes indepes... Pero Griso ha colado un "se nos" en la oración que desencadenaba el caos. Les ha reventado el cerebro: "¿Usted cree que es un fraude que durante la campaña electoral se nos negase la posibilidad de una amnistía a los independentistas?" Tener que explicar esta falsa polémica provoca vergüencita, es propio de parvulario. Pero debe ser que este es el nivel. Griso dice "se nos negase", claro que sí, pero no por que ella sea indepe, sino porque se incluye precisamente en el bando contrario. En el de los supuestos ciudadanos españoles de bien, estafados por un PSOE que ha vendido España al diablo. Lo siguiente sería hacer un dibujo, pero sería humillante.
Sin embargo, no han tardado en acribillar a la catalana, como si hubieran encontrado la gran prueba inculpatoria y el motivo de abrir un Change.org y exigir su encarcelamiento o enviarla a galeras. Ya tienen el día hecho, han quemado a alguien a la hoguera. Y hacerlo con Susanna les gusta mucho. 'Po' fueno, po' fale, po' malegro', que diría Makinavaja.