El pistoletazo de salida del juicio al procés no lo ha disparado Manuel Marchena, presidente de la Sala del TS que juzgará a los presos políticos, sino una catalana: Susanna Griso. La periodista de Espejo público lleva días calentando el juicio con un análisis no jurídico sino morboso. El lunes mostraba en un plató virtual en 3D las medidas reales de las celdas de los presos. Enorme trabajo de los grafistas sólo para alimentar la turba ultra que sueña con Junqueras en un catre.
El martes han dado un paso más allá y los grafistas de Antena 3 han diseñado a toda prisa un cartel del antes y después con las caras de los presos para ver cómo les ha afectado año y medio encerrados en chirona. Una psicóloga se ha prestado a analizarlo. La que necesitaba psiquiatra era ella.
Las reacciones en las redes han sido como el programa que miran, ultras:
Día 1 del juicio al procés y Griso ya tiene dos tarjetas amarillas. Como no lo expulsan, puede seguir analizando los aspectos más indignos del juicio: la cara de los hijos de los presos políticos, las ojeras de las parejas... Y cuando no le quede nada, puede hacer un antes y después de la cara de la propia Susanna Griso.
Puede invitar a la misma psicóloga, Irene López Assor, para que analice el cambio de Susanna Griso, de cuándo trabajaba en TV3 a la de ahora en Antena 3. Como un huevo a una castaña.