Susanna Griso todavía está de vacaciones. Dentro de unos días volverá al frente de Espejo público, que sin ella, da voz día sí, día también a defensores de dictadores como Francis Franco, nieto del generalísimo, hablando de sí es ético o no exhumar su cadáver. Todo en orden.
Pero la presentadora ha reaparecido en forma de entrevista en el diario El Mundo. Y evidentemente, el tema de Catalunya y la relación con España, ella que es catalana que trabaja en la capital para una televisión como Antena 3, ha eatado muy presente durante la conversación. El "Tema", con mayúsculas, tal como le preguntan en el diario: "Cataluña es la tormenta perfecta. Se han sumado muchos problemas. Primero la crisis económica. Y, de ahí, muchos empezaron a pensar que la solución está en la independencia, porque se vendía una independencia 'low cost'. Y hubo muchas personas que se creyeron ese discurso".
Marta Lasalas
Griso pensaba que en este "choque de trenes" alguien pondría "el freno de emergencia antes de llegar a la estación final", sin embargo, reconoce que "de los dos millones de independentistas que se supone que hay, habrá menos de un millón plenamente convencidos. Y ese otro millón está esperando una oferta, llámalo tercera vía o una gatera más o menos honrosa. La política en Catalunya se ha convertido en un problema. Un tabú". La periodista cree que a veces vale más tomarse las cosas a broma, "menos con el 1-O. Ahí hubo una quiebra emocional. Negar la violencia policial es una doble humillación para muchas personas".
ACN
Sobre el momento en que se encuentra hoy por hoy el procés, asegura que "ahora hay una batalla que mantiene unido al soberanismo, la de los políticos presos. Pero no tengo claro cuál es el proyecto común más allá de eso. ¿Cuál es la siguiente pantalla del procesismo?", se pregunta. Lo que sí responde ella misma es que "en Cataluña ha faltado política y ha sobrado judicialización por parte del Estado. Y del otro lado también había mucha frivolidad, mentiras, un engaño colectivo y un infantilismo impropio de una sociedad madura como la catalana".
Cuando el entrevistador le pregunta a la presentadora de Espejo público si "¿España es usted?", ella responde categóricamente que "no, por favor. No represento a nadie. A mí misma y con dificultades. Pertenezco a ahí donde está mi neceser, mis fotos y mi música. Paco de Lucía y Llach, Miguel Poveda y Serrat. Ese desgarro de identificarte con Serrat o con Llach... ¿Por qué? Aunque esa es la riqueza de este país, yo no soy España. Y aunque no eche de menos el afán por juzgar, lo que más recuerdo de aquí cuando estoy fuera es la alegría". Veremos cómo se trata la cuestión catalana en Espejo público a partir de septiembre...